Montserrat González, la asesina confesa de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, ha admitido ante los investigadores de la Policía que adquirió las dos armas que ella y su hija tenían en su poder a un toxicómano en Gijón (Asturias), según han informado fuentes de la investigación.
Estas mismas fuentes han precisado que la adquisición de esas armas tuvo que ser al menos hace más de un año, puesto que es el tiempo que lleva muerto el toxicómano que se las vendió. El hecho de que se adquirieran dos armas hacen pensar a los investigadores que ambas detenidas tenían intención de disparar a la presidenta de la Diputación de León.María Montserrat González Fernández, de 55 años, se derrumbó finalmente y acabó confesando que fue ella quien mató a Isabel Carrasco "por inquina personal" y quelo planeó en varias ocasiones. Según algunos medios lo podía haber intentado hasta en cinco ocasiones y la anterior podía haber sido hace dos años. La pruba de la parafina, que se realiza sobre las manos del sospechoso, confima que María Monserrat González Fernández disparó el arma.
Esas dos armas son un revolver de la marca Taurus, con el que asesinó a la dirigente popular, y una pistola del calibre 7.75 milímetros, que fue encontrada por la Policía en el registro realizado en el domicilio de la hija el mismo día del asesinato.
Ambas pistolas tienen una característica en común como es que cuentan el número de referencia borrado, algo habitual en las armas que se adquieren en el mercado negro. Los investigadores policiales se centran ahora en averiguar quién fue el enlace entre la madre y el vendedor de las armas en Gijón.Tercera detenida
El arma del crimen,un revólver Taurus de calibre 38 modelo 32 HR magnum, latenía una agente de la Policía Local de León, Raquel Gago Rodríguez, de 41 años, "muy amiga" de Triana, la hija de Monserrat, según señalan las investigaciones. La agente acudió el martes a la comisaria, acompañada de un abogado, después de que Triana confesara que había entregado el revolver a esta amiga.
Raquel Gago confesó que el arma estaba dentro de un bolso en su coche, un Golf, y que se lo había entregado su amiga Triana en el intervalo de tiempo que medió entre el asesinato de Isabel Carrasco y la detención de madre e hija.
La agente confiesa que ella no se había dado cuenta de que el arma estaba dentro del bolso. Ahora se investiga si Raquel Gago participó en los hechos o no, ya que a la Policía no le cuadra que entregara el arma del crimen 24 horas después de que madre e hija fueran detenidas. Ahora se encuentra en libertad, a la espera de que se le requiera para declarar en los Juzgados.
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