La candidatura de Obama encuentra resistencia en el "sur interior"

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, tiene asegurada la candidatura del Partido Demócrata para la reelección en noviembre, pero sigue encontrando resistencias que mellan su liderazgo entre el electorado demócrata en el llamado "sur interior".

Jorge A. Bañales

Washington, 23 may.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, tiene asegurada la candidatura del Partido Demócrata para la reelección en noviembre, pero sigue encontrando resistencias que mellan su liderazgo entre el electorado demócrata en el llamado "sur interior".

Aunque la temporada de elecciones primarias y "caucus" del Partido Republicano ha recibido mucha más atención por la presencia de varios contrincantes, también el Partido Demócrata está celebrando sus primarias.

Las mayores resistencias a Obama se han presentado en el "sur interior", una franja de territorio que va desde el este de Oklahoma al oeste de Carolina del Norte e incluye los montes Apalaches.

Esta región tiene sus diferencias con el Viejo Sur o el Sur Profundo, y fue hace un siglo y medio escenario de las campañas y batallas más sangrientas de la Guerra Civil (1861-1865).

En los 16 estados del país donde a los votantes se les ofreció una alternativa a Obama en las primarias, incluida la posibilidad de apoyar a un candidato espontáneo o simplemente a un delegado "no comprometido", el presidente tuvo un promedio del 84,6 % de los votos.

Pero en los cinco Estados del sur interior, donde hubo un candidato previo y que hizo campaña, el promedio de voto de Obama entre los demócratas bajó al 72,7 por ciento.

Este desempeño de Obama en esa región no es novedoso: tampoco en 2008, cuando fue uno de los varios aspirantes a la candidatura presidencial demócrata, obtuvo victorias en el "sur interior".

Irritado durante aquella experiencia, Obama dijo, sin darse cuenta de que el micrófono estaba abierto, que "hay gente que se aferra a sus armas y su religión".

El comentario le ganó la antipatía duradera de la población mayoritariamente blanca, cristiana conservadora y apegada a sus pistolas y escopetas, muy reacia a votar por un negro, aunque sea del propio partido.

De las primarias surgen los delegados que irán a la Convención Nacional Demócrata, a principios de septiembre, en Charlotte, Carolina del Norte, la cual hará oficial la candidatura de Obama.

Obviamente, al candidato le convendría llegar con un partido unificado, y no con una minoría ruidosa de disidentes.

En las primarias demócratas realizadas ayer en Kentucky, Obama obtuvo el 58 por ciento de los votos cuando el otro 42 por ciento de los votantes se anotó como "no comprometido", lo cual quiere decir que esos delegados irán a Charlotte sin la obligación de respaldar la candidatura del presidente.

En Arkansas, Obama recogió el 58,4 por ciento de los votos, en tanto que el 41,6 por ciento fue para John Wolfe quien ya ha competido en las primarias de Luisiana, Misuri y Nuevo Hampshire y que estará en las de Texas la próxima semana.

Wolfe, un abogado de Tennessee, centra su campaña en su oposición a la ley de reforma del sistema sanitario, promulgada en 2010 y que es la pieza central de la primera presidencia de Obama.

En enero, en Nuevo Hampshire, un conjunto de candidatos demócratas obtuvo el 18 por ciento de los votos, incluido el 10 por ciento de participantes que decidió anotar otro nombre en lugar del de Obama.

En Carolina del Norte, el territorio donde los demócratas tendrán su convención en poco más de tres meses, más del 20 por ciento de los participantes en las primarias demócratas se anotó como "no comprometido".

En las primarias de Oklahoma, a principios de marzo, Obama obtuvo sólo el 57 % de los votos en tanto que el militante contra el aborto Randal Terry consiguió el 18 % y el resto se repartió entre otros tres candidatos.

A principio de mayo, en las primarias de Virginia Occidental, el presidente de Estados Unidos recibió el 57,3 por ciento de los votos demócratas, en tanto que el 42,7 por ciento fue para Keith Judd, un individuo que cumple condena en una cárcel federal de Texas.

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