La carretera que circunvalará Afganistán, llena de obstáculos

  • Una carretera que circunvalará por primera vez Afganistán está en vías de completarse en el oeste del país, una zona con presencia de tropas españolas, tras una agria polémica generada por el enorme coste y el retraso que acumula el proyecto.

Pau Miranda

Kabul, 15 sep.- Una carretera que circunvalará por primera vez Afganistán está en vías de completarse en el oeste del país, una zona con presencia de tropas españolas, tras una agria polémica generada por el enorme coste y el retraso que acumula el proyecto.

Con cerca de 3.200 kilómetros, la llamada "ring road" afgana ha costado más de 2.000 millones de dólares, lo que la convierte en un proyecto estrella de la reconstrucción por los beneficios que se le suponen como vertebrador de un país accidentado y mal comunicado.

Ya en los años sesenta, los gobernantes afganos se plantearon convertir una red de caminos secundarios y vías de mala calidad en una carretera moderna que relanzara las comunicaciones dentro del país y aprovechara su estratégica ubicación en el centro de Asia.

"Es una carretera que puede ser muy buena para nuestro país", explica el ex viceministro de Interior, Abdul Hadi, quien recuerda que ahora sólo necesita un día para ir desde Kabul a su provincia natal de Farah gracias a la carretera de circunvalación.

"Antes necesitaba 14 días para ese trayecto. Es un cambio muy positivo, pero nunca nos preguntaron a los afganos si era realmente una gran prioridad para la reconstrucción del país", añade Hadi.

Como el funcionario afgano, observadores locales e internacionales opinan que la obra tendrá un efecto positivo a medio y largo plazo en el país y en la región, pero que había prioridades más acuciantes.

Observadores y organizaciones han acusado a los gestores de la reconstrucción, en especial a la Agencia Estadounidense de Desarrollo Internacional (USAID), de anteponer su visión a las necesidades reales de un país devastado por décadas de guerra.

Diversos responsables militares de EEUU han puesto de relieve en los últimos años la importancia de las carreteras para la seguridad del nuevo Afganistán.

Un alto cargo de la misión de la OTAN, Michael Tucker, declaró hace dos años al diario electrónico "Asia Times": "La seguridad en Afganistán está definida en última instancia por nuestra habilidad para construir y defender la 'ring road'".

El proyecto tenía que haberse acabado hace años, pero las empresas constructoras han aducido problemas de seguridad para justificar los continuos retrasos.

La provincia occidental de Badghis, donde se encuentra desplegado el grueso del contingente militar español en Afganistán, es donde quedan por construir los últimos tramos que deben cerrar el anillo vial.

Pero una fuente diplomática occidental reconoce que el trazado de la carretera en la provincia de Badghis discurre por áreas controladas por los talibanes, lo cual hace muy difícil garantizar la seguridad de las obras de construcción.

La comunidad internacional ha dedicado gran parte de los 60.000 millones de dólares que ha invertido en la reconstrucción del país a la inversión a la construcción de carreteras, algo que ha sido visto con buenos ojos por los responsables militares de la intervención.

Las obras viarias han despertado, no obstante, muchos recelos por la opacidad con que se han gestionado en algunos casos los fondos destinados a las construcción de carreteras.

España financió en 2006 el acondicionamiento de un tramo de la carretera en el sur de Badghis y las obras fueron realizadas por una constructora pública española, Tragsa.

Otros donantes han optado, sin embargo, por cadenas de contratas y subcontratas en los que la gestión de los fondos no siempre es transparente, lo cual ha sido objeto de numerosas críticas.

Organizaciones como Integrity Watch Afghanistan ponen en duda desde hace años la gestión de muchas constructoras que cobran precios muy altos por las obras en este país pero luego ofrecen productos de muy baja calidad.

Incluso ha habido acusaciones por parte de medios estadounidenses de que parte de la inversión en la "ring road" ha ido a parar, mediante extorsiones a empresas cosntructoras en manos de los talibanes.

Según el analista afgano Harun Mir, "uno de las principales vías de ingresos de los talibanes son las carreteras, especialmente la que une Kabul y Kandahar (que forma parte de la "ring road") y también los ramales que van de estas dos ciudades hacia Pakistán".

Ello exlicaría que los talibanes se muestren favorables a la construcción de carreteras "siempre que no sean para uso militar de los invasores".

En declaraciones a Efe, un portavoz insurgente, Zabuilá Muyahid, se quejó de que las carreteras "no están hechas con suficiente calidad porque el Gobierno se está quedando el dinero que debería ir al pueblo de Afganistán".

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