La Casa Real española dará a conocer en los próximos días, previsiblemente mañana, el detalle de sus cuentas, una vez que se celebre hoy la solemne sesión de apertura de las Cortes.
La decisión de hacer más transparentes las cuentas de la familia real se produce tras el escándalo que afecta al yerno del rey Juan Carlos I, Iñaki Urdangarin, investigado por su presunta implicación en un caso de corrupción.
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La Casa Real española había anunciado a mediados de mes que antes de acabara el año publicaría en su página web un desglose de sus cuentas en capítulos y subcapítulos, como el resto de las administraciones públicas.
Con independencia de que pueda congelarse o reducirse la partida presupuestaria de 2012, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, ya ha avanzado que se está estudiando recortar o ajustar los gastos.
Con el objetivo de aplicar una política de austeridad y manejo muy estricto de sus recursos, la Casa Real ha constituido varios grupos de trabajo, que estudian en qué medida reducir o ajustar gastos y plantillas.
La asignación anual presupuestaria recibida por la Casa del Rey se redujo en 2011 en un 5,2 %, hasta los 8,43 millones de euros (unos 11 millones de dólares, al cambio actual), y la institución trabaja ahora con la expectativa de prorrogar esa cantidad para 2012.
La transparencia en el empleo por parte del rey de la asignación anual era reclamada desde hacía tiempo por algunas fuerzas políticas así como por amplios sectores de la sociedad, especialmente en el contexto de la grave crisis económica que vive España y el alto nivel de desempleo que afecta a casi cinco millones de personas.
La Casa del Rey anunció la publicación de un desglose de sus cuentas el pasado 12 de diciembre, cuando también se hizo pública la decisión sin precedentes desde la entronización del rey en 1975 de apartar de los actos oficiales a uno de sus miembros, el duque de Palma, yerno del monarca.
La polémica arrancó cuando el fiscal anticorrupción de la región de Baleares ordenó el registro en Barcelona de las oficinas de una red de sociedades vinculadas al Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro que Urdangarín creó y presidió entre 2004 y 2007.
A partir de ahí, los medios de comunicación españoles de todos los signos han ido desgranando un goteo continuo de datos sobre el sumario secreto de este caso, ilustrando cómo el duque, junto con su socio en el instituto Nóos, Diego Torres, ya imputado, supuestamente se enriquecieron con millones de euros de fondos públicos.
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