La CE apoya crear un "marco común" para las reestructuraciones de empresas

Bruselas, 15 nov.- El comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, apoyó hoy la creación de "un marco común europeo" sobre las reestructuraciones de empresas, con vistas a facilitar la adaptabilidad de éstas y la reinserción laboral de los trabajadores despedidos.

Durante su intervención en la conferencia "Reestructuraciones: gestionar el cambio de forma socialmente responsable", Andor apostó por ir más allá en la regulación comunitaria de este tipo de procesos.

Actualmente las empresas "se ven obligadas a cambiar rápidamente" en entornos cada vez más competitivos, lo que da lugar a "un nuevo dinamismo" de los mercados laborales, según destacó el comisario europeo.

Andor subrayó la necesidad de "anticiparse a las reestructuraciones de la forma más productiva posible", y para ello, defendió una colaboración más estrecha entre las empresas, los actores sociales y las autoridades nacionales, regionales y locales.

"Si no se gestionan de forma apropiada, las operaciones de reestructuración pueden tener consecuencias negativas para la economía e incurrir en altos costes sociales a nivel regional", advirtió Andor.

En particular, la Comisión pretende "lograr un mejor reconocimiento en la UE de ciertos principios y buenas prácticas" en materia de reestructuración, lo que permitiría "facilitar la anticipación, la transparencia y las inversiones en capital humano", así como "la relocalización de recursos humanos en otros sectores".

Para lograrlo, Andor propone "un marco común europeo sobre la gestión y la anticipación" a las reestructuraciones de las empresas, basado en "las lecciones aprendidas de la crisis económica" así como en "los cambios profundos en los contextos económicos" y "en la agenda de reforma estructural" aplicada actualmente en la UE.

"Por muy controvertido que sea el tema de la reestructuración, podemos estar seguros de que seguirá estando en el centro de la agenda europea en los próximos años", destacó el comisario, quien mencionó el cierre de la planta de Ford en Genk (norte de Bélgica) como ejemplo de "lo inevitable" de este fenómeno.

Andor precisó que toda acción de la UE en este sentido debe garantizar "las mejores condiciones posibles para que las empresas se adapten a los cambios económicos", al tiempo que se facilita una rápida reinserción laboral de los trabajadores afectados.

En el segundo trimestre de 2012, se produjeron en la UE 335 reestructuraciones de empresas, que significaron la pérdida de 25.339 puestos de trabajo, según datos del Observatorio Europeo de las Reestructuraciones (ERM, de sus siglas en inglés).

En el mismo período de 2007 se saldó con la creación neta de 23.537 empleos.