Bruselas, 17 ene.- La comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, emprende hoy una visita a Níger y Chad, dos de los cinco países que forman la región del Sahel, para comprobar in situ las operaciones de entrega de alimentos a la población, que se prepara para una grave escasez de sustento.
"Me aseguraré de que proporcionamos la ayuda de manera inteligente, centrándonos en los más vulnerables y entregándola de la forma más rentable y eficiente", indicó la comisaria en un comunicado, antes de partir.
Georgieva recorrerá durante cuatro días Níger y Chad, que junto a Burkina Faso, Mali y Mauritania conforman el Sahel, una región que corre el riesgo de tener que hacer frente a una importante escasez de comida en los próximos meses.
"En unos meses la gente empezará a morirse de hambre a menos que actuemos", alertó la comisaria, quien recordó que, por tercera vez en una década, esta región sufrirá una crisis de alimentos.
"Cara año salvamos a más de 200.000 niños de sufrir desnutrición aguda severa, pero debemos ir e iremos más lejos", enfatizó.
La Comisión consideró que, al igual que en la crisis de escasez de alimentos que sufrió el Sahel en 2010, es posible "anticiparse a los peores efectos" y empezar a actuar de cara a salvar más vidas.
Durante su visita, la comisaria tendrá la oportunidad de evaluar las necesidades humanitarias junto con las autoridades locales, así como la respuesta que está dando la Comisión Europea (CE).
A causa de las malas cosechas de septiembre pasado, la próxima "temporada de escasez", cuando disminuyen las reservas de alimentos, se adelantará al mes próximo en lugar de acaecer en junio.
Así, siete millones de personas afrontan ya recortes en el suministro de alimentos y los precios han aumentado un 40 %, en tanto que algunas previsiones apuntan a que se triplicarán durante la temporada de escasez, apuntó la CE.
Aproximadamente, hasta 22,9 millones de personas en estos países han comenzado el año con la incertidumbre de cómo podrán alimentarse a corto plazo.
La Comisión ha otorgado a la región más de 225 millones de euros desde 2005 y más de 100 millones en la actual crisis para combatir el hambre.
La mayor parte de la población en el Sahel depende en gran medida de la agricultura de secano y el ganado para su supervivencia, pero el déficit de producción alcanza un 52 % en comparación con el año pasado, en tanto que cerca de 1,3 millones de niños en la región sufren ya una desnutrición aguda severa, según la CE.
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