La crisis fortalece en Polonia a los euroescépticos

Nacho Temiño

Varsovia, 26 may.- La crisis en Polonia puede llevar de nuevo al poder al partido nacionalista-conservador Ley y Justicia (PiS), de Jaroslaw Kaczynski, que, por primera vez desde 2007, lidera los sondeos con su discurso tradicionalista, euroescéptico y receloso de Moscú.

Aunque Polonia presume de ser el único miembro de la Unión Europea (UE) en haber evitado la recesión, lo cierto es que la crisis se deja notar cada vez más en este país centroeuropeo, donde la economía pierde gas (el crecimiento el pasado trimestre fue del 0,4%) y el desempleo aumenta (en torno al 14%), sobre todo entre los jóvenes.

Es precisamente en este colectivo (entre 18-25 años), hasta ahora encendido defensor de la idea de Europa, donde comienzan a oirse voces críticas con Bruselas y, sobre todo, con la gestión del gobierno liberal de Donald Tusk, líder de Plataforma Ciudadana (PO).

"A veces parece como si Tusk estuviese demasiado centrado en lo que ordena la UE y se olvidase de lo que verdaderamente necesita nuestro país", explicó a Efe Katarzyna Kowalska, una joven abogada, partidaria de una revisión del actual modelo de Europa.

Al mismo tiempo la imagen de Donald Tusk, convencido europeísta y posible aspirante a sustituir al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, cae en los sondeos entre datos económicos negativos, dimisión de ministros (dos en 10 días) y pugnas de poder dentro del propio partido.

Un cóctel que ha provocado que, por primera vez desde que perdió las elecciones en 2007, el PiS lidere los sondeos de intención de voto (los dos últimos realizados por el centro CBOS y TNS), con un apoyo entre el 26-34 % frente al 23-32 % de PO, mientras un 32 % de encuestados desconoce a qué partido votaría hoy.

Los datos son una "señal de alarma" para el partido de Donald Tusk, como ha reconocido el propio vicepresidente de la formación, Grzegorz Schetyna, y nada tienen que ver con las encuestas de principios de 2012, cuando un PO en pleno apogeo llegaba a contar con el 40 % de los apoyos frente al escaso 18 % de PiS.

Aunque todavía quedan dos años para los próximos comicios, Schetyna alerta de que Plataforma Ciudadana "debe volver a sus postulados iniciales", ya que de lo contrario "la desconfianza en el Gobierno puede facilitar el camino de vuelta al poder para PiS, sobre todo si la participación electoral es baja -por debajo del 35%-40 %, algo que favorecería a PiS ya que su electorado es más disciplinado".

En opinión de la profesora de la facultad de Ciencias Políticas de Varsovia, Anna Sroka, es poco probable que PiS vuelva a gobernar Polonia ya que, aún en el caso de que obtuviese una mayoría simple, le sería casi imposible encontrar socios para formar Gobierno.

Sin embargo, la politóloga admite que hay señales de deterioro en Plataforma Ciudadana.

"Es cierto que la sociedad está cansada de Plataforma Ciudadana, que ya ha comenzado el declive y probablemente pierdan los próximos comicios", pronosticó a Efe Anna Sroka, quien también recuerda que la formación de izquierdas SLD ha subido en las últimas encuestas (9% de apoyos) y se postula como tercera fuerza de Polonia.

Sroka insiste en que hay que recordar que Plataforma Ciudadana es el primer partido polaco que ha logrado ser reelegido en una democracia acostumbrada a la alternancia política, lo que refleja el importante apoyo del que llegó a disfrutar.

"PO ha incumplido algunas de sus promesas, ha introducido recetas neoliberales poco populares (como el contrato basura) y no ha eliminado los privilegios de algunos sectores como el de los agricultores", resume Sroka como algunas de las causas del debilitamiento de los liberales y de Donald Tusk.

A esas causas se suma la principal, la crisis, una puerta abierta para el regreso de Jaroslaw Kaczynski, quien ya ocupó el cargo de primer ministro entre 2006-07 en una coalición con la católica Liga de las Familias Polacas y la euroescéptica Autodefensa.

Aunque Ley y Justicia ha moderado su lenguaje y defiende la permanencia de Polonia en la Unión Europea, también aboga por reforzar la soberanía nacional de los estados miembros.

Al mismo tiempo en sus filas existe una rama euroescéptica y más radical, como la que representa Antoni Macierewicz, responsable de algunas polémicas como la investigación sobre la presunta homosexualidad de los Tele Tubbies, la prohibición de los desfiles gays o las afirmaciones de que Moscú está detrás del desastre aéreo de Smolensk.