La cumbre en Chicago para buscar una tregua entre pandillas culmina hoy

Chicago (EE.UU.), 28 sep.- La cumbre de líderes pandilleros convocada en Chicago por un reverendo afroamericano, que quiere involucrar a las principales bandas en sus esfuerzos de pacificar una ciudad en la que conviven más de 600 pandillas, culminará hoy con la esperanza de lograr algún tipo de acuerdo.

El encuentro, iniciado ayer con una vigilia y marcha por las víctimas de la violencia callejera, debe proseguir esta mañana y durante todo el día en la iglesia House of Hope (Casa de la Esperanza) de la calle 114, en una de las zonas del sur habitadas por afroamericanos más conflictivas de la ciudad.

Gregory Tatum, un pastor de California, señaló ayer a los medios que confía en un "milagro" para conseguir una tregua entre las pandillas, responsables de lo que calificó de "genocidio" entre los jóvenes negros.

Según indicó, para las reuniones de hoy se espera la participación de decenas de pandilleros, entre ellos a los líderes de los "Vice Lords", "Black Disciples", "Gangster Disciples", "Black Souls", "Cobras" y "Latin Kings", invitados personalmente por el ex director ejecutivo de la organización comunitaria CeaseFire, Tío Hardiman.

Según estadísticas oficiales, en 1993, uno de los años más convulsos en términos de violencia callejera, se registraron 931 homicidios en la ciudad, mientras que en 2010 hubo 506 muertes violentas y en lo que va de 2013 se contabilizan 300 fallecidos.

La Policía de Chicago tiene registradas más de 600 pandillas a las que se atribuye el 85 por ciento de los homicidios en enfrentamientos por dominio territorial o balas perdidas.

El último tiroteo ocurrió la semana pasada en el barrio Las Empacadoras, en el sur de Chicago y con alta presencia hispana, cuando dos miembros de los Black P. Stones dispararon con un fusil de asalto y una pistola contra un grupo de personas que asistían a un juego de baloncesto en un parque, entre ellas varios integrantes de Gangster Disciples.

Los disparos dejaron 13 heridos, entre ellos un niño de tres años que sobrevivió el impacto de una bala que le atravesó las mejillas y debió ser sometido a una cirugía.