La cúpula del Jemer Rojo rechaza los cargos de crímenes contra la humanidad

  • El Tribunal Internacional de Camboya dejó hoy vista para sentencia la causa contra los exlíderes del Jemer Rojo Nuon Chea y Khieu Samphan, quienes en su último alegato rechazaron los cargos de crímenes contra la Humanidad que se les imputan.

Bangkok, 31 oct.- El Tribunal Internacional de Camboya dejó hoy vista para sentencia la causa contra los exlíderes del Jemer Rojo Nuon Chea y Khieu Samphan, quienes en su último alegato rechazaron los cargos de crímenes contra la Humanidad que se les imputan.

El antiguo jefe de Estado del régimen, Khieu Samphan, de 82 años, y el ideólogo y número dos de la organización, Nuon Chea, de 87, cerraron con sus intervenciones la primera parte del juicio, cuya sentencia está previsto que se conozca en la primera mitad de 2014.

Esta fase del proceso se centró en la evacuación forzosa de Phnom Penh y la deportación de población urbana a campos de trabajo en zonas rurales, y la ejecución de soldados republicanos tras la toma del poder por parte del Jemer Rojo en 1975.

Los dos acusados defendieron su inocencia asegurando que ni conocían ni ordenaron estos crímenes por los que la fiscalía les pide la cadena perpetua.

"A lo largo de este juicio, he indicado que no estuve implicado en ninguna comisión de crímenes como alega la Fiscalía, soy inocente en relación a esas alegaciones", dijo Nuon Chea en su discurso de hora y media transmitido en directo por la página web del Tribunal.

Nuon Chea insistió en que nunca tuvo poder para ejecutar órdenes como número dos del comité central del Partido Comunista de Kampuchea (PCK) o presidente del Parlamento y que su cometido consistió en instruir a los oficiales del partido y el Ejército a "amar, respetar y servir al pueblo".

El exideólogo explicó que sólo fue consciente de las abusos del Jemer Rojo tras la caída del régimen en 1979 y responsabilizó a los oficiales de segundo rango de haber ocultado las hambrunas y de haber impuesto trabajos forzados o ejecuciones arbitrarias.

"Sinceramente, pido perdón al público, a las víctimas. Sostengo que soy responsable moralmente por la pérdida de control del PCK", señaló el octogenario exdirigente.

Por su parte, Khieu Samphan se amparó en el rol institucional que ejerció a partir de 1976 para rechazar las acusaciones.

"Yo nunca quise o decidí la evacuación de poblaciones ni tampoco planeé o decidí la masacre de gente inocente (...) Nunca participé en los planes que después hicieron sufrir a la gente. Nunca, nunca fui parte de esos planes", dijo Samphan.

"Hoy es fácil decir que yo debí entender lo que sucedía e intervenir para cambiar la situación (...) ¿De verdad pensáis que eso era lo que quería que pasara a mi gente?", añadió el exjefe de Estado.

"Mi conciencia y mis convicciones políticas en aquel tiempo eran proteger al débil para construir una Camboya fuerte, independiente, próspera y en paz", concluyó Samphan.

Los dos exdirigentes también recriminaron el trato "sesgado" del tribunal auspiciado por Naciones Unidas, al que acusaron de no haberles garantizado un "juicio justo".

Nuon Chea pidió su liberación inmediata tras denunciar que sus abogados no han podido realizar una investigación independiente y que el tribunal ha rechazado la comparecencia de testigos importantes para su defensa, entre ellos, varios miembros del actual gobierno camboyano que pertenecieron al Jemer Rojo.

También pidió el procesamiento de dirigentes de EEUU, por los bombardeos indiscriminados previos a la toma del poder del Jemer Rojo en 1975, y acusó a las autoridades vietnamitas de cometer matanzas y deportaciones forzadas durante la ocupación de Camboya entre 1979 y 1989.

Tras dejar el caso visto para sentencia, el juez Nil Nonn dijo que el tribunal se reunirá en diciembre para prepara el inicio de la siguiente parte de un juicio en el que los dos exlíderes se enfrentan a cargos de genocidio, asesinato, tortura y persecución por razones religiosas y de raza.

El tribunal dividió en varias partes la causa abierta a los exdirigentes por su avanzada edad, que hacía temer que muriesen antes de que terminase el proceso.

Cuando comenzó, hace dos años, también estaban imputados Ieng Sary, ministro de Asuntos Exteriores del régimen, y su esposa, Ieng Thirith, ministra de Asuntos Sociales.

Sary murió en marzo a los 87 años y el caso contra Thirith se suspendió en 2012 después de que se le diagnosticara Alzheimer.

Este es el segundo caso que juzga el tribunal que condenó a cadena perpetua a Kaing Guek Eav, alias "Duch", exdirector del centro de detención S-21, en el que fueron torturadas unas 16.000 personas.

El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en la selva camboyana en 1998, prisionero de sus propios correligionarios.

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