La autonomía de los 'Podemos' regionales compromete a Iglesias en sus relaciones con el PSOE

    • Barones autonómicos muestran su recelo a la idea de Iglesias de no participar en gobiernos socialistas.
    • El líder facilita las investiduras que permitan desalojar al PP del poder. En Andalucía, Teresa Rodríguez no cede en el 'no' a Díaz.
Teresa Rodríguez, junto a Pablo Iglesias, en un mitin del partido en Andalucía (archivo).
Teresa Rodríguez, junto a Pablo Iglesias, en un mitin del partido en Andalucía (archivo).

En el complejo escenario abierto tras las elecciones del pasado domingo, Podemos y Ciudadanos, en mayor medida el primero, tienen la llave de la gobernabilidad en muchas autonomías y municipios clave. Y eso coloca al partido 'morado' en la encrucijada de apoyar a quienes en su día consideraron "casta", los socialistas, para evitar que el PP toque poder- un empeño, dice, en el que se dejará la piel- y, a su vez, ser apoyados por ellos para gobernar en plazas estratégicas, como Madrid.

Iglesias no descarta abstenciones para favorecer investiduras socialistas, aunque reitera que no formará parte de sus gobiernos. Tampoco oculta preferencias por otros candidatos. Y esas directrices que salen de Madrid, chocan con los pasos dados en los últimos días por sus barones territoriales, que defienden la autonomía de decidir para sus regiones con independencia de lo que se ordene desde Madrid.

Para la Comunidad valenciana, donde Podemos logró 13 escaños y Compromís, 19, la apuesta de Iglesias es la candidata de la formación nacionalista, Mónica Oltra. El martes, el líder de Podemos no desdeñó la entrada de su partido un Gobierno presidido por ella, aunque no por Ximo Puig, el candidato socialista. Juntos sumarían 32 diputados, uno más que el PPCV, y nueve más que el PSPV, con 23. Iglesias justifica la postura en que considera que Compromís, como Podemos, es también "representante del cambio político" y, por ello, confía en poder entenderse " de otra manera" con el partido.

En cualquier caso, ese pacto 'a dos' entre Podemos y Compromis, del gusto de Iglesias, requiere también ser validado por los socialistas en la posterior investidura, lo que conmina a alguna clase de acuerdo que, en la carrera de liderazgos que libran Oltra y Puig se torna complicada. La iniciativa de las negociaciones la ha asumido por libre el secretario general de Podemos en la comunidad, Antonio Montiel, quien ayer por la tarde insufló aire a los rumores sobre un posible gobierno tripartito al convocar a ambos líderes a una reunión, el lunes, "para acabar con los acuerdos de café y la guerrilla comunicativa como forma de hacer política".

El encuentro reviste clave de desafío para la dirección 'central', más cuando Montiel no descarta entrar en un futuro gobierno, o apoyar a Puig, quien por su parte tantea también la opción de 'Ciudadanos'. "El cambio no era sólo echar al PP, sino cambiar la forma de hacer política", dijo también ayer, en otro claro desplante a Iglesias, quien ha sostenido como su prioridad número uno evitar que los 'populares' gobiernen, algo para lo que ha prometido dejarse la piel. Después, aclaró rotundo Montiel que las decisiones relativas a la gobernabilidad de la Comunidad Valenciana, "se toman aquí". "Se trata de una nueva forma de hacer política, no podemos hablar de si quiero más a papá o a mamá", añadió, en contradicción con las preferencias de su líder nacional.

Iglesias, en cambio, ha puesto excepciones a ese rechazo a entrar en gobiernos donde no hayan sido la lista más votada. La salvedad la constituye Aragón. Allí, su candidato, Pablo Echenique-que en la Asamblea ciudadana de Vista Alegre rivalizó con el hoy secretario general sobre estrategia y modelo de partido y se confirmó después como líder del sector crítico y más apegado a las bases- hace sumas con sus 14 parlamentarios. Cuatro menos que los logrados por el candidato socialista, Javier Lambán (18 escaños), y siete por debajo del PP, 21 escaños.

La 'vista gorda' de Iglesias es una clara muestra de resignación ante el órdago de Echenique quien, pese a haber conseguido menos diputados que Lambán, no renuncia a ser presidente. Para justificarlo, sostiene que la diferencia de votos entre ambos partidos es apenas del 1% y que Podemos es el segundo más votado en las tres capitales de Aragón, por detrás del PP, lo que, en su opinión, lo legitima para aspirar al cargo. También, que los socialistas hayan obtenido "los peores resultados de su historia" en unas autonómicas en Aragón. El líder autonómico de Podemos no dudó en su primera comparecencia para valorar los resultados en sacar fecho de sus propios resultados ante el "núcleo duro": en Aragón, los mejores de una lista regional de un partido, que, en otras autonomías, se ha visto resignada a la tercera plaza.La cuestión andaluza

Iglesias y Sánchez han mantenido ya dos conversaciones telefónicas, y pendiente está el encuentro de la semana que viene. Una conversación en la que ambos partidos marcarán sus líneas y que viene precedida por una clara relajación de las relaciones en los últimos días. Hoy mismo, el secretario general de Podemos reconocía que detecta en el partido de Sánchez "gestos reveladores de que la relación ha cambiado".

En especial se refería el líder del partido 'morado' a declaraciones como las del candidato socialista en Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien afirmó que las propuestas de Podemos son "asumibles". El PP de Cospedal ganó los comicios con 16 escaños, pero el PSOE tiene 14 y podría contar con los 3 de Podemos. Page cree que ambos partidos podrán encontrarse . "Aspiran a ser socialdemócratas y nosotros estamos en ese espacio", decía estos días en una entrevista en El País.

Con Castilla-La Mancha, también los socialistas extremeños y asturianos requieren del apoyo de Iglesias. Confían en que éste les venga de manera natural, con tal de evitar que el PP toque poder. La situación genera un enfado no disimulado en Andalucía. Una región que permanece encallada tras tres votaciones de investidura en las que Susana Díaz no logró apoyos para confirmar su presidencia.

La propia Díaz no se calló hoy la crítica. De visita en Madrid, para asistir al encuentro con su secretario general, afeó que Podemos ponga "líneas rojas donde a ellos les viene bien y en cambio cheques en blanco donde les interesa gobernar".

Referencia clara a la situación de bloqueo que vive en su región, donde la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, se mantiene firme en su convicción de no ceder a facilitar la investidura en tanto no se acepten sus condiciones. Entre ellas, la retirada de fondos de bancos que desahucien, o una 'purga' de cargos nombrados a dedo. Por el momento, los socialistas han puesto trabas a ambas: la primera, porque sostienen es ilegal. Y la segunda, limitándola únicamente a un 10% de dichos cargos.

Rodríguez acusa al PSOE andaluz de no tener una "voluntad mínima de transparencia" y defiende su autonomía en relación a lo que pase en el resto de España. "En cada comunidad autónoma la candidatura de Podemos planteará sus propias propuestas", advierte. Propuestas, aclara, que en ningún caso será "un intercambio de sillones o ver qué me das", en referencia a un posible acuerdo para que la candidatura apoyada por Podemos a la alcaldía de Cádiz, Por Cádiz Sí se Puede, y que encabeza José María González (Kichi) logre el ayuntamiento gracias a los socialistas, a cambio de facilitar después la investidura autonómica.

"Esto no es un pacto para repartirse la tarta sino un acuerdo con la ciudadanía", afea Rodríguez, "faltaba más que cambiáramos Cádiz por Andalucía". La candidatura logró ocho ediles en unas elecciones que ganaron los populares, aunque con diez. Con el apoyo del PSOE-con cinco- y de la coalición 'Ganar Cádiz en común', con dos-rebasaría la mayoría absoluta, situada en catorce ediles. Desde Podemos Andalucía evitan la directriz de Iglesias de apoyar gobiernos que permitan desalojar al PP del poder, entendiendo que su caso es especial. Se trata, consideran, de no permitir que los socialistas, a quienes también consideran "casta", sigan en una Junta que han gobernado en los últimos treinta años.

Podemos precisará, no obstante, el apoyo del PSOE en alcaldías claves, como la de Madrid, para que la candidatura 'Ahora Madrid' de Manuela Carmena llegue a gobernar el ayuntamiento.

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