La esquizofrenia de los "101 Dálmatas" de Chacón

  • Los "101 Dálmatas" del PSC en el congreso del PSOE andan con una media sonrisa por los pasillos del hotel Renacimiento: por un lado, ilusionados con la posibilidad -al alza- de que Carme Chacón haga historia y lidere el socialismo español y, por otro, preocupados por que el perfil del PSC acabe por diluirse.

Carles Escolà

Sevilla, 3 feb.- Los "101 Dálmatas" del PSC en el congreso del PSOE andan con una media sonrisa por los pasillos del hotel Renacimiento: por un lado, ilusionados con la posibilidad -al alza- de que Carme Chacón haga historia y lidere el socialismo español y, por otro, preocupados por que el perfil del PSC acabe por diluirse.

"Si esto pasa, hay que ver la parte positiva. La interlocución con el PSOE será más fácil", dicen la mayoría de los 101 delegados del PSC en el cónclave de Sevilla. Mientras, dirigentes del sector más catalanista contestan: "Vale, es cierto, pero entraremos en contradicciones y se lo pondremos fácil a CiU".

Los autodenominados "101 Dálmatas", que no son tales puesto que al menos uno de los delegados del PSC votará a Alfredo Pérez Rubalcaba (Roger Pallerols), coinciden en que será "histórico" que una mujer, catalana y del PSC -partido federado al PSOE- se haga con las riendas del PSOE, algo que soñó a su manera Pasqual Maragall, cuando en sus buenas épocas con José Luis Rodríguez Zapatero arengaba a los suyos para estar en el "puente de mando" de la España plural.

La pugna está muy dividida entre Chacón y Rubalcaba, aunque algunos dirigentes de los socialistas catalanes aseguran tener información 'privilegiada' de que "Carme va por delante" en número de apoyos.

Mientras, dirigentes del sector más catalanista del PSC ven bien las opciones de Chacón y no niegan en absoluto lo positivo de que una mujer y catalana se convierta en la secretaria general del PSOE.

Pero tuercen el gesto cuando adivinan las consecuencias en la política doméstica catalana. "CiU lo tendrá fácil porque seguro que entraremos en contradicciones", apuntan algunos de estos dirigentes, que ni tan siquiera quieren desvelar su voto, y eso pese a que Rubalcaba les parece "muy jacobino".

¿Alguien se imagina a Chacón con el nuevo primer secretario del PSC, Pere Navarro, firmando un nuevo protocolo de relaciones entre PSC y PSOE? ¿Alguien se imagina a los diputados del PSC votando en el Congreso en contra de lo que diga el PSOE de Chacón en temas catalanes?

Estos interrogantes sumen en una cierta esquizofrenia a muchos dirigentes del socialismo catalán, que a lo sumo dicen: "Ya lo arreglaremos, esto es demasiado importante".

Mientras, Chacón, un perfil muy alejado al de la Cruela de Vil de la película de Walt Disney, se prodiga poco en su contactos con los periodistas, reunidos todos en el hotel sevillano Renacimiento, un nombre que ni pintado para la ocasión.

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