Pamplona.- La familia del ecuatoriano Darwin Fernando Piedra Morocho está a la espera del resultado de las pruebas de ADN para saber si el cadáver hallado ayer en el río Arga, en la zona del Señorío de Otazu, es el del joven desaparecido desde las pasadas Navidades.
Ante la entrada del Instituto Navarro de Medicina Legal (INML), un portavoz de la familia, acompañado por un representante del Gobierno ecuatoriano, ha comentado a los medios de comunicación que las características del cadáver parecen indicar que el mismo pertenece al de Darwin Fernando Piedra, desaparecido desde la madrugada del pasado 26 de diciembre.
Manuel Silva, portavoz de la familia, ha señalado al respecto que la policía científica les ha tomado hoy muestras de ADN para confirmar si el cadáver pertenece al joven ecuatoriano, y mañana o pasado, según ha afirmado, se conocerán los resultados.
Además, la familia, que mañana tiene previsto reunirse con la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Sáiz, espera recibir esta misma semana el resultado de la autopsia para conocer las causas de la muerte.
Oscar Jara, de la Secretaría Nacional del Emigrante del Gobierno de Ecuador ha subrayado que su presencia en Pamplona responde al deseo de apoyar a esta familia, que "es ecuatoriana, pero también es española".
La familia de Piedra, ha asegurado, está "destrozada" por "haber perdido un hijo, pero "en medio de este dolor tiene la entereza para confiar en la justicia" y en ese sentido ha pedido que los trámites se lleven a cabo "con la mayor celeridad".
Jara ha aseverado que la familia del joven ecuatoriano, tras haber pasado por "71 días de angustia y de dolor", lo que quiere ahora es "hacer el duelo pertinente" y "descansar", pero "sabiendo en qué circunstancias" falleció Darwin Fernando Piedra.
"Entendemos que ésta es una preocupación legítima de los padres y también una preocupación que tiene que tener la sociedad navarra, tan sensible con estos casos", ha declarado Jara, quien ha instado a a que se aclare "por qué se ha tardado tanto" en encontrar el cadáver.
Tras resaltar que "todos los que somos padres sabemos lo que significa la angustia de la desaparición de unos hijos", el representante de la Embajada ecuatoriana en Madrid ha aclarado que no desea hacer "juicios de valor", pero sí ha insistido en la necesidad de que se determinen tanto las circunstancias del fallecimiento como del hecho de que se haya tardado más de dos meses en hallar el cadáver.
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