La Fiscalía militar investiga sucesos del "Viernes negro" en guerra de Gaza

  • La Fiscalía Militar de Israel investiga unas grabaciones de radio entre sus fuerzas durante la guerra de Gaza que arrojan luz sobre el llamado "Viernes negro", en el que 70 palestinos murieron en un masivo bombardeo israelí para impedir la captura de uno de sus militares, informa hoy la prensa.

Jerusalén, 31 dic.- La Fiscalía Militar de Israel investiga unas grabaciones de radio entre sus fuerzas durante la guerra de Gaza que arrojan luz sobre el llamado "Viernes negro", en el que 70 palestinos murieron en un masivo bombardeo israelí para impedir la captura de uno de sus militares, informa hoy la prensa.

Los sucesos se refieren a la cadena de hechos que el 1 de agosto de este año tiraron abajo un acuerdo de alto el fuego en medio de la guerra, y que comenzó con un tiroteo en el que murieron dos soldados israelíes y un tercero fue capturado por hombres de Hamás en la zona de Rafah, en el sur de la franja.

Fuentes de la Fiscalía dijeron que se investiga el ataque masivo por tierra y aire sin que la población civil palestina recibiera ninguna advertencia, como lo exige el derecho internacional y la normativa militar israelí, informa el diario "Yediot Aharonot".

Los hechos ocurrieron con la captura del militar israelí Hadar Goldin después de entrar en vigor la tregua, y la reacción de las fuerzas en el terreno para impedir su secuestro según el llamado "protocolo Aníbal".

La grabación, procedente de las comunicaciones por radio del Ejército, fueron dadas a conocer ayer por la edición digital del mismo diario, y de ellas se desprende la sospecha de que la Brigada Guivati, a cargo del frente en el sur de Gaza durante la guerra, recurrió a un uso excesivo de la fuerza.

Tres altos oficiales de la brigada, entre ellos su comandante en jefe, Ofer Winter, podría ser investigados por el incumplimiento de normas militares, aunque el caso está aún en fase preliminar.

Los tres sospechosos alegan que la normativa autoriza el uso casi ilimitado de la fuerza para impedir que el enemigo capture con vida a un soldado israelí, dado el alto precio que su devolución supone después.

"Estoy tranquilo con las órdenes que di. El fuego aplicado era proporcional. Cuando te secuestran a un soldado hay que recurrir a todos los medios al alcance de uno, incluso a costa del precio que se cobre", dijo uno de los involucrados mes y medio después de los sucesos.

El militar israelí capturado fue introducido en un túnel por sus captures, y mientras la fuerza en el terreno se adentraba en el subterráneo para rescatarle, en la superficie toda la zona era sometida a un severo bombardeo por la artillería y la Fuerza Aérea, que causaron 70 muertos palestinos y cientos de heridos civiles.

En definitiva, los soldados sólo pudieron recuperar pruebas de que el soldado había muerto, y su cadáver, o partes de él, siguen hasta el día de hoy en poder del movimiento islamista Hamás, junto con el de otro militar.

En la guerra de Gaza entre julio y agosto murieron unos 2.200 palestinos y 70 israelíes, y tanto Israel como Hamás han sido acusados por los principales organismos y ongés de derechos humanos de haber violado el derecho de guerra con crímenes de guerra que deben ser investigados.

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