La Fiscalía pide 10 años para un islamista que lideraba una célula en Burgos

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al supuesto terrorista islamista Abdelkader Ayachine por liderar presuntamente una célula salafista radicada en Burgos que incitaba a la yihad y enviaba dinero a un preso en Marruecos, hechos por los que la Fiscalía pedirá para él 10 años de cárcel.

Madrid, 8 jul.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al supuesto terrorista islamista Abdelkader Ayachine por liderar presuntamente una célula salafista radicada en Burgos que incitaba a la yihad y enviaba dinero a un preso en Marruecos, hechos por los que la Fiscalía pedirá para él 10 años de cárcel.

Por estos hechos ya ha sido juzgado el marroquí Wissan Lofti, que fue condenado a cinco años de cárcel por la Audiencia Nacional por colaboración con organización terrorista, aunque el pasado viernes el Tribunal Supremo lo absolvió al considerar que enviar dinero a familiares directos de presos islamistas no constituye un delito.

Tanto Ayachine como Lofti fueron detenidos en octubre de 2007 junto a otros cuatro arrestados contra los que luego no continuó el procedimiento, aunque al juicio celebrado en marzo del año pasado el primero no se presentó y el tribunal ordenó su busca y captura, que se materializó el pasado mes de mayo en Bélgica.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal Daniel Campos, el acusado formaba parte de una célula salafista denominada Al Ansar, extensión del Grupo Islámico Armado (GIA) Europa, que venía operando en Burgos desde 2000, "bajo la cobertura de la carnicería musulmana Thiba".

La célula estaba liderada por el propietario del establecimiento, Bouchaib Maghder, hasta su detención en diciembre de 2003 por su participación en los atentados de Casablanca en mayo de ese año, momento en el que Ayachine se hizo cargo del negocio y asumió el liderazgo de la célula.

El fiscal sostiene que tanto él como Lofti recaudaron fondos entre la comunidad magrebí de Burgos, Madrid y Palencia para Maghder en concepto del "zakat" (limosna), indicando que era para "un hermano preso por la causa de Dios" y, de este modo, le enviaron fondos en diez ocasiones entre 2003 y 2007 con cantidades que oscilaron entre los 100 y 750 euros.

También señala el escrito que el acusado era seguidor de líderes de Al Qaeda como Osama Bin Laden y Abu Mussab Al Zarqaui, y cuando Ayachine supo del fallecimiento de este último en 2003 le dijo a Lotfi en conversación telefónica: "Qué Dios le premie por el trabajo realizado".

"Bajo la inspiración de tales líderes", prosigue el fiscal, los dos se dedicaban a adoctrinar a otras personas que se congregaban en la carnicería para que fueran a la yihad en Irak y Afganistán, y mantenían relaciones con otras células de Suecia y Dinamarca.

A través de Internet, también incitaban a la yihad e intercambiaban información sobre la fabricación de explosivos y así, el 23 de febrero de 2007, facilitaron dos enlaces para aprender a fabricar bombas y manipular minas.

Mediante esa labor de adoctrinamiento, concluye el fiscal, la célula consiguió captar a varias personas, y cuando se encontraban en Irak, Ayachine mantenía contacto con ellos y se procuraba información sobre la suerte que habían corrido en su actividad yihadista.

Bélgica entregó al acusado el pasado 21 de junio y un día después la sección segunda de la sala de lo penal de este tribunal, que es la encargada de enjuiciarlo, lo envió a prisión provisional a la espera de fijar fecha para el juicio.

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