Valencia, 25 jul.- La Generalitat no va a "transigir" ni a hacer "ninguna componenda" con el arquitecto Santiago Calatrava y la UTE constructora del Palau de Les Arts de Valencia para sustituir la cubierta cerámica del edificio y les exigirán que cumplan condiciones como garantizar diez años el revestimiento.
Así lo ha asegurado hoy el conseller valenciano de Economía, Máximo Buch, quien ha precisado que mañana se cumple el plazo fijado para que el arquitecto y la UTE presenten una nueva propuesta "en firme" que dé solución al desprendimiento del revestimiento cerámico del edificio, que comenzó a finales de 2013 y obligó a cerrarlo parcialmente, así como a suspender parte de la programación.
El problema que hasta ahora ha impedido el acuerdo, según ha dicho Buch en rueda de prensa, es que la Generalitat reclama una garantía de diez años, de manera que, si se produce algún incidente en el revestimiento, Calatrava y la UTE se hagan cargo de la reparación, y un informe técnico que fije que a partir de la década el riesgo de desprendimiento será "muy bajo".
Las otras condiciones de la Generalitat son que hay que ejecutar un recubrimiento de la cubierta liso, de superficie uniforme y sin ondulaciones, es decir, "que no vale pintar", ha precisado Buch, porque entonces "las irregularidades de la superficie se ven", ya que es "como el casco de un barco".
Asimismo, el recubrimiento utilizado ha de ser "de tipo cerámico, blanco, con brillo y duradero, lo más similar en color y apariencia" al original, lo que según Buch "abre la puerta" a que se pueda instalar "otro tipo de plancha cerámica del mismo color", pero que en lugar de adherirla con mortero se haga de otra forma.
El conseller ha considerado que la solución técnica de la cubierta original "sería la mejor", porque mantendría la imagen del edificio, pero ha admitido que, si al final "no tiene las suficientes garantías", se opte por otra medida, siempre que la superficie sea de cerámica blanca.
Otro requisito es que la solución constructiva requiera un mantenimiento "económica y técnicamente razonable", es decir, que no sea "complicado" ni tenga un "coste muy alto" de mantener, porque eso corre a cargo del propietario, la empresa pública CACSA.
Si se cumplen estas "condiciones marco" habrá acuerdo, y si no se iniciarán los procedimientos judiciales para reclamar a la UTE y a Calatrava la compensación económica por los daños sufridos, incluido el coste de volver a poner el recubrimiento, que en el caso del revestimiento cerámico estará por los dos millones de euros, ha dicho Buch.
Además, tal y como acordó esta semana el consejo de administración de CACSA, se sacaría a licitación el recubrimiento del edificio, con el fin de "tener lo antes posible" un edificio "muy singular" de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en el estado de "vistosidad" que corresponde, ha señalado.
"Lo importante es que sea duradero, que tenga un aspecto perfecto y que sea un icono" y no dé "ningún problema en el futuro", ha indicado el conseller, para quien "lo secundario" es poder llegar a un acuerdo amistoso, aunque ha admitido que eso siempre es mejor que tener "un enfrentamiento" o una "disputa legal".
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