La insuficiente victoria en Andalucía limita la hegemonía del PP en España

  • La victoria insuficiente del Partido Popular (PP) en las elecciones regionales de Andalucía abre la puerta a que los socialistas mantengan, con el apoyo de Izquierda Unida, el feudo que gobiernan desde hace 30 años y frena el avance territorial de la formación de centroderecha que gobierna España.

María Luisa González

Madrid, 26 mar.- La victoria insuficiente del Partido Popular (PP) en las elecciones regionales de Andalucía abre la puerta a que los socialistas mantengan, con el apoyo de Izquierda Unida, el feudo que gobiernan desde hace 30 años y frena el avance territorial de la formación de centroderecha que gobierna España.

El resultado de las urnas no confirmó el vuelco político pronosticado por las encuestas y el PP, con el veterano dirigente Javier Arenas al frente, se quedó a cinco escaños de la mayoría absoluta que le hubiera permitido gobernar la comunidad autónoma española más poblada (8,4 millones de habitantes).

La formación de centroderecha que lidera Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español desde diciembre, perdió 400.000 votos en los comicios del domingo en Andalucía con respecto a las elecciones generales del 20 de noviembre, en las que arrolló al entonces gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Las causas de esa pérdida de apoyo en solo cuatro meses y con menos de cien días al frente del Ejecutivo español es analizada en las filas conservadoras que esperaban una clara victoria en Andalucía tras el desgaste sufrido por el gobierno regional socialista, encabezado por José Antonio Griñan, que aspiraba a la reelección y que es también presidente del PSOE.

Los analistas y medios de comunicación españoles interpretan este inesperado resultado como un primer mensaje ciudadano dirigido al Gobierno de Rajoy por los recortes anunciados y sobre todo por la polémica reforma laboral aprobada, contra la que los sindicatos han convocado una huelga general el próximo jueves.

En esa línea se pronunció hoy el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien dijo que tiene la impresión de que "muchos ciudadanos le han dicho al PP por ahí no y le han puesto una línea roja".

En una conferencia de prensa en Madrid, Rubalcaba puntualizó que el "máximo exponente" de esa política del Gobierno en su opinión rechazada "es la reforma laboral" porque fue aprobada con "un objetivo que no se entiende bien" ya que "va a disminuir los derechos de los trabajadores y no va a crear empleo".

El dirigente socialista interpretó los resultados tanto en Andalucía, como en la otra región que acudió el domingo a las urnas, Asturias -en las que el PSOE fue el partido más votado aunque lejos de la mayoría necesaria para gobernar en solitario-, como "el final de un ciclo" en el que los socialistas fueron castigados por el electorado español y "el comienzo de uno nuevo".

Los resultados dejaron al PP en Andalucía a cinco diputados de la mayoría absoluta (55 escaños en un parlamento de 109 asientos) y a los socialistas, con 47 parlamentarios, ante la posibilidad de conservar su gran bastión si logran el apoyo de Izquierda Unida (IU), la formación que más ha crecido al pasar de 6 a 12 diputados.

Griñan rehusó desvelar hoy si buscará una coalición con IU o bien su apoyo para gobernar en solitario y declaró: "Es evidente que queremos forjar algo similar a lo que ha dicho el pueblo andaluz, y claro que será un gobierno de la izquierda".

Según Rubalcaba, el dirigente andaluz "tiene las manos libres" para esa negociación y la dirección del PSOE aceptará lo que decida en ese aspecto y también en lo referido a respetar o no el límite fijado por el gobierno de Rajoy para el déficit de las comunidades autónomas, fijado en el 1,5 por ciento del PIB.

España, por exigencia de la Unión Europea debe reducir este año su déficit público al 5,3 por ciento del PIB con el objetivo final de dejarlo en 2013 en el 3 por ciento, como establece el Pacto de Estabilidad.

Para ello, el Ejecutivo anunció fuertes recortes presupuestarios y una política de austeridad, que incluye también a las 17 comunidades autónomas.

Los comicios en Andalucía se celebraron en un contexto de crisis económica, con la tasa de desempleo más alta de España (más del 31 % frente al 23 % de media del país) y con el trasfondo de un escándalo de corrupción que afectó a miembros del gobierno regional socialista acusados de malversar fondos públicos.

Griñan dijo hoy que la región tiene por delante "una situación económica muy difícil", pero que en el programa de su partido "figura una agenda de empleo que vamos a poner sobre la mesa".

El próximo viernes, el Gobierno de Rajoy presentará los Presupuestos Generales del Estado para este ejercicio, que, según la oposición socialista, fueron retrasados hasta después de las elecciones andaluzas debido a la dureza de los recortes.

Hoy, Rubalcaba acusó a Rajoy de haberse equivocado y de "haber hecho daño a la economía española" al posponer la presentación de las cuentas pensando en el resultado electoral.

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