La inteligencia israelí teme que Al Asad oculte armas químicas, dice Haaretz

  • La inteligencia israelí teme que el presidente sirio, Bachar Al Asad, trate de ocultar y conservar un reducido número de armas químicas mientras engaña con el desmantelamiento de su arsenal a la comunidad internacional, informa hoy el diario "Haaretz".

Jerusalén, 30 abr.- La inteligencia israelí teme que el presidente sirio, Bachar Al Asad, trate de ocultar y conservar un reducido número de armas químicas mientras engaña con el desmantelamiento de su arsenal a la comunidad internacional, informa hoy el diario "Haaretz".

En septiembre pasado Estados Unidos y Rusia alcanzaron un acuerdo de desmantelamiento que evitó una eventual intervención militar en Siria, tras un bombardeo con armas químicas en agosto en un suburbio del este de Damasco controlado por fuerzas rebeldes, del que Washington responsabilizó al régimen.

En virtud de dicho acuerdo, Siria aún debe entregar a la misión de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) cerca del 8 por ciento de su arsenal químico para su destrucción, pese a que hace tres días expiró el plazo convenido para finalizar ese proceso.

El rotativo de Tel Aviv subraya que Occidente "ha recibido información de inteligencia confiable que indica que el régimen sirio trata de retener capacidad química residual", aparentemente con el objetivo de disuadir a las fuerzas opositoras en la guerra civil que dura ya cuatro años.

A diferencia de la masacre de agosto pasado, en la que murieron 1.500 civiles, en los casos recientes, las armas químicas neutralizaron a los objetivos si bien no los mataron, agrega.

Entre las sospechas, se cree que la fuerza aérea del régimen en Siria ha bombardeado diferentes regiones con bombas de cloro que han sido lanzadas en áreas pobladas al objeto de eliminar a rebeldes.

También en los últimos meses se han registrado casos que apuntan a un renovado empleo de armas químicas por parte de las fuerzas rebeldes y contra población civil en los barrios controlados por grupos opositores al régimen de Al Asad, de acuerdo a fuentes de Haaaretz, que el diario no identifica.

El "Haaretz" destaca que Israel considera el empleo de este tipo de arsenal una evidencia de la dificultad del Gobierno de llevar a cabo operaciones terrestres contra los rebeldes y la opción de emplear este tipo de bombas, un método relativamente moderado si se tienen en cuenta bombardeos de misiles y cohetes convencionales.

Pese a las informaciones que apuntan al empleo de armamento químico por parte de Siria, el estamento de Defensa en Israel no tiene planes de cambiar su política de suspender la producción y distribución de máscaras antigás para la población civil, explica la publicación.

A principios de año, el gabinete israelí congeló los planes de distribución de estas máscaras a raíz de que el riesgo de un ataque de naturaleza química por parte de Siria decreciera, según las estimaciones de altos mandos.

Poco después del bombardeo de agosto sobre Damasco, y ante los tambores que hacían apuntar a una inminente guerra liderada por Washington en Siria, la demanda y distribución de máscaras antigás se había llegado a cuadruplicar en Israel.

Israel y Siria se encuentran técnicamente en estado de beligerancia.

Aún así, la inteligencia israelí insiste en que el régimen de Al Asad no tiene interés en un conflicto con Israel o en abrir un frente adicional a la guerra civil que mantiene desde 2011 atacando con armas químicas suelo israelí.

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