La investidura de Mas precisa del apoyo de otra fuerza o la abstención de dos

  • La investidura del líder de CiU, Artur Mas, como presidente de la Generalitat requerirá esta vez de que otra fuerza política le dé apoyo en la primera votación o de la abstención de dos partidos en segunda vuelta, con la distribución de escaños en el Parlament surgida de las elecciones catalanas.

Barcelona, 26 nov.- La investidura del líder de CiU, Artur Mas, como presidente de la Generalitat requerirá esta vez de que otra fuerza política le dé apoyo en la primera votación o de la abstención de dos partidos en segunda vuelta, con la distribución de escaños en el Parlament surgida de las elecciones catalanas.

En 2010, la abstención del PSC fue suficiente para que Mas fuera investido presidente en la segunda votación ya que los 62 diputados que entonces tenía CiU y los 28 del PSC, frente a los 45 restantes, permitieron la mayoría simple de los nacionalistas.

En esta ocasión, si CiU no consiguiera el voto a favor de alguna de las fuerzas de la oposición con las que suma mayoría absoluta -ERC, PSC y PPC- en la primera votación de la investidura, debería contar con dos abstenciones en la segunda.

Esto es así porque con los 50 diputados de CiU a favor y los 21 de una eventual abstención del segundo partido con más escaños, ERC, los nacionalistas no superan los 64 votos contrarios que restarían en el Parlament.

Tras las primeras declaraciones públicas de todas las formaciones tras las elecciones, el único partido que se ha abierto a acuerdos con CiU ha sido ERC, y la investidura es algo que se descarta de manera clara desde las filas del resto de formaciones.

La investidura del presidente de la Generalitat requiere el apoyo de la mayoría absoluta de la cámara. Si el candidato no logra la mayoría absoluta en la primera votación, se puede someter dos días después a un segundo debate y una segunda votación, en la que será suficiente la mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.

Si una vez efectuadas las dos votaciones el candidato propuesto no consigue ser elegido, se tramitarán sucesivas propuestas con el mismo procedimiento.

Si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato es elegido, el Parlament debe disolverse automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones debe convocar nuevas elecciones de manera inmediata para que se puedan hacer entre cuarenta y sesenta días después de la convocatoria. Este es un supuesto que no se ha dado nunca desde el restablecimiento de la cámara en 1980.

Mas prevé renovar en el cargo de presidente de la Generalitat de Cataluña antes de fin de año, probablemente antes incluso de Navidad, y también quiere formar su nuevo Govern antes de que comience 2013, aunque el líder de CiU no ha descartado que eso pueda suceder en las primeras semanas de enero.

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