La mayoría de los diputados ignora la intervención de los grupos minoritarios

    • Apenas la mitad del hemiciclo aguanta en sus escaños en la recta final de la primera sesión del debate sobre el estado de la Nación.
    • Tras el intercambio entre Rajoy y Rubalcaba, la mayoría de los parlamentarios ha salido a tomar el aire, estirar las piernas y compartir impresiones.
Díez acusa a Rajoy de soberbia y prepotencia al ironizar con el apoyo de UPyD
Díez acusa a Rajoy de soberbia y prepotencia al ironizar con el apoyo de UPyD

Concluir el rifirrafe Rajoy-Rubalcaba y vaciarse el hemiciclo ha sido todo uno. Los diputados de la Cámara han parecido perder el interés en el debate sobre el estado de la Nación una vez expirado el turno del líder socialista de responder al discurso del presidente del Gobierno. Parlamentarios de PP y PSOE –cuyos grupos copan más del 80% de los escaños- han preferido salir a tomar el aire, estirar las piernas o compartir impresiones sobre la jornada con un cigarro o un café de por medio. A partir de las ocho y media, no obstante, han sido mayoría los que han creído tener bastante y se han retirado a sus casas. Mañana a las 9 h tendrán la segunda parte del debate.

Apenas un centenar de los 185 diputados del PP han aguantado hasta el turno de Rosa Díez, portavoz de UPyD, que se ha dirigido a una Cámara semivacía, donde el número de socialistas no superaba los 60, poco más de la mitad del total. Sus señorías se han cuidado de ocupar las filas más bajas, produciendo así el efecto en televisión de que el Congreso está más o menos lleno. La parte superior, en cambio, está desierta casi por completo. Lo mismo que ocurre con la tribuna de invitados, donde por la mañana y hasta las seis no cabía un alfiler y a esta hora tiene aspecto fantasmal.

Sí han aguantado casi todos los diputados de Izquierda Plural, el grupo –junto con el Mixto- que más interlocutores tiene en el debate. Todos ellos han intervenido esta tarde, justo después de que lo hiciera el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, y antes de que le llegara el turno a Díez. Por parte del PNV, apenas resistía Emilio Olabarría, mientras que en Amaiur Rafael Larreina recogió el testigo de Xabier Mikel Errekondo, encargado de valorar el discurso de Rajoy por la mañana, y representaba a su partido junto a un par de compañeros. El único grupo al completo es el de UPyD, como no podía ser de otra manera estan su líder en posesión de la palabra.Pendientes del móvil

Buena parte de los presentes, además, está más pendiente del móvil o de departir con el compañero de al lado que de lo que el orador dice. Entre los presentes, toda la bancada azul del consejo de Ministros -excepción hecha de Luis de Guindos, ausente todo el día por motivos de agenda-, así como el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la portavoz socialista, Soraya Rodríguez.

En definitiva, aspecto desolador el que se han encontrado los portavoces de los grupos minoritarios, sobre todo teniendo en cuenta el lleno hasta la bandera que hasta las seis presentaba la Cámara. En la parte final del día era casi más fácil encontrar diputados formando corrillos en el patio del Congreso, en los pasillos o en el bar que atendiendo en la bancada. Un hecho que algunos parlamentarios de esas fuerzas que han intervenido al final del día o que lo harán mañana consideran "una falta de respeto" y una muestra más de que "al bipartidismo" solo le importa lo suyo y "desprecia" a los demás.

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