La ONU confirma crímenes contra la humanidad en la sudanesa Kordofán del Sur

  • El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmó hoy que durante el pasado mes de junio se produjeron crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en la región sudanesa de Kordofán del Sur, al sur del país.

Ginebra, 15 ago.- El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmó hoy que durante el pasado mes de junio se produjeron crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en la región sudanesa de Kordofán del Sur, al sur del país.

El Alto Comisionado, junto con la oficina de la ONU en Sudán, ha elaborado un informe preliminar sobre las violaciones de derechos humanos en esta región rica en petróleo durante el pasado junio, semanas antes de que se declarara la independencia de Sudán del Sur y cuando el norte y el sur se disputaban su control.

El 5 de junio se inició un conflicto armado entre las Fuerzas Armadas de Sudán y el Movimiento Popular de Liberación de Sudán (MPLS) en la ciudad de Kadugli, donde, según la ONU, se produjeron ejecuciones extrajudiciales, arrestos arbitrarios, detenciones ilegales, desapariciones forzosas, ataques contra civiles y destrucción de propiedades.

El informe también rinde cuenta de los bombardeos aéreos contra civiles por parte del Ejército sudanés en Kadugli y otras zonas de Kordofán del Sur -región en la que viven unas 2.500 personas de cien etnias diferentes-, que causaron "una significante pérdida de vidas".

Los ataques contra civiles se cebaron especialmente con la tribu de los nuba, una de las más numerosas en la zona, que habita principalmente en Kadugli y en los alrededores de las montañas Nuba.

"La histórica marginación de los nuba por parte del Gobierno de Sudán hizo que muchos de ellos se unieran al MPLS durante la guerra civil de 1983-2005", explican desde la ONU.

Según el informe, los bombardeos contra Kadugli se intensificaron en los días siguientes, lo que provocó una marea de unos 73.000 desplazados internos, que buscaron refugio en hospitales, colegios y en dependencias acondicionadas por la oficina de la ONU en el país.

El Ejército tomó el control de la ciudad, cerró el tráfico aéreo civil, impidió la entrada de ayuda humanitaria e inició una campaña de registros forzosos, saqueos de casas y controles de identidad de civiles basados en la etnia o la afiliación política que en muchos casos acababan en detenciones, o incluso en ejecuciones sumarias.

La ONU también asegura tener pruebas del uso de armas químicas prohibidas el 12 de junio en la ciudad de Julud, el pueblo de Shivi y toda el área conocida como Salara, donde muchos civiles buscaron refugio huyendo de los saqueos y registros en Kadugli.

El informe detalla varias decenas de casos concretos de detenciones ilegales, desapariciones y asesinatos, así como ataques a periodistas, a los que se les confiscó todo su material del trabajo, y al personal de las Naciones Unidas en la región.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, señaló que se trata de un informe preliminar, elaborado bajo circunstancias muy complicadas y sin acceso a muchas de las áreas afectadas.

"Sin embargo, demuestra la gravedad de lo ocurrido en Kordofán del Sur y pone de relieve la necesidad de una investigación independiente para sentar en el banquillo a los criminales", subrayó.

Pillay expresó también su preocupación por la continuación de la violencia en las seis semanas posteriores al periodo que cubre este informe (5-30 de junio) y urgió al Gobierno de Sudán a liberar al personal de la ONU que está bajo su custodia, así como a los detenidos que no hayan cometido ningún crimen.

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