Ginebra, 21 jun.- La sede central del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos consideró hoy "desafortunada" el encierro de tres parlamentarios bolivianos en su oficina en La Paz para denunciar la supuesta persecución política que sufren.
"Es desafortunado utilizar las instalaciones de nuestras oficinas de esta manera. Consideramos que (los legisladores) tienen otras maneras más efectivas de hacer escuchar sus reclamaciones", dijo en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville.
Explicó que la medida de los políticos ha interrumpido "todo el trabajo en derecho humanos que necesitamos realizar".
Las senadoras Carmen Eva Gonzales y María Elena Méndez y el diputado Adrian Oliva, de la derechista Convergencia Nacional, han anunciado que seguirán encerrados "indefinidamente" en los locales de esa agencia de la ONU.
Sus responsables en Bolivia ya han señalado que no hay condiciones ni facilidades para afrontar una circunstancia de este tipo y que esta acción se registra contra la voluntad y sin la autorización de la organización multilateral.
Los tres parlamentarios exigen negociar con el presidente de Bolivia, Evo Morales, para lograr una "amnistía política", que la ONU envíe una misión de evaluación en materia de derechos humanos a ese país y que queden en libertad los opositores que llevan más de año y medio sin sentencia.
Los parlamentarios decidieron encerrarse tras reunirse el martes con el representante de la oficina de la agencia de la ONU en La Paz, Dennis Racicot, a quien reclamaron sus "recomendaciones sumamente tibias que no reflejan la situación de Bolivia", declaró la también senadora de oposición Centa Reck.
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