Bilbao, 1 ene.- Los partidos vascos en la oposición han coincidido hoy en acusar al lehendakari Urkullu de usar en su mensaje de fin de año "grandes palabras" pero sin proyectos concretos, y han expresado su temor de que cuando el lehendakari habló de "ajustes" quisiera decir "recortes".
Urkullu dijo en su discurso de fin de año que el Gobierno Vasco va a aplicar el "máximo rigor económico" y a "apretarse el cinturón", ya que vienen dos años de "problemas, esfuerzos, ajustes, desempleo y dificultades"; también demandó al ejecutivo central respeto hacia las competencias del País Vasco, para el que reclamó un "nuevo horizonte en Europa".
Hoy día 1 han llegado las reacciones, entre las que la única favorable ha sido la del partido de Urkullu, el PNV, que gobierna en minoría. Su portavoz en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, ha señalado que el mensaje estuvo "anclado en la realidad", al tiempo que ha resaltado que es "imprescindible impulsar la paz, porque la paz no se va a consolidar por sí sola".
Desde la oposición, la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, ha opinado que al lehendakari le ha faltado concretar medidas "valientes" para luchar contra el paro así como una "reivindicación clara" de Euskadi como nación dentro de Europa.
Mintegi ha afirmado que el mensaje de Urkullu ha sido "bienintencionado", pero se ha quedado a "medio camino" en el plano económico y en el político. Mintegi ha compartido el diagnóstico de Urkullu de que Euskadi vive una situación de "emergencia", pero ha pedido al PNV un "viraje" en su política económica al tiempo que visto como buenos pasos algunas medidas anunciadas sobre "fiscalidad".
Los socialistas vascos también han opinado que Urkullu no concretó sus proyectos y le han instado a que defina ya sus prioridades de gobierno porque "es tiempo de urgencias"
La parlamentaria Isabel Celaá ha dicho que el mensaje "fue un catálogo de buenos deseos del que obviamente es difícil discrepar", y ha advertido de que Urkullu "nos habló de dos años de problemas y de ajustes, pero no nos dijo en que iban a consistir esos ajustes que suenan demasiado a recortes". Celaá le ha instado a exponer ya sus proyectos si quiere buscar apoyos, que Urkullu necesita para aprobar los presupuestos.
En la misma línea, la portavoz del PP en la Cámara Vasca, Arantza Quiroga, ha considerado que el discurso tuvo "grandes palabras" en el que la "música suena bien", pero que adoleció de falta de concreción y de las "certezas" que Euskadi requiere en estos momentos.
Quiroga ha reiterado la "mano tendida" del PP al PNV para estar al lado del nuevo Gobierno Vasco en decisiones que "van a ser complicadas, pero necesarias" para generar confianza y generar empleo, pero para ello ha insistido en que se requiere "concreción" en los planes del gabinete.
El parlamentario de UPyD Gorka Maneiro también ha calificado el mensaje de "inconcreto y evanescente" en el que "lo único claro es que mantiene vivo el plan soberanista" y en el que se intuye la "aplicación de recortes sociales".
Desde las dos izquierdas extraparlamentarias, la dirigente de Ezker Batua Berdeak Raquel Modubar ha pedido al lehendakari que "anteponga" las personas al rigor de las cifras y que "marque" diferencias con el Gobierno de Rajoy.
Mientras, la coordinadora de Ezker Anitza-IU, Isabel Salud, ha calificado el mensaje de fin de año como "palabras huecas, carentes de esperanza y de futuro para la mayoría social vasca que estamos sufriendo la crisis".
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