"Ver, vivir, sentir y oír una JMJ no puede ser un problema para nadie", ha afirmado el director ejecutivo de la JMJ, Yago de la Cierva, quien ha destacado la voluntad de la organización de dar prioridad a las personas discapacitadas en esta Jornada.
Para conseguir ese objetivo, una comisión de trabajo específica ha organizado alojamientos adaptados, transporte adecuado a los peregrinos, menús especiales, actividades culturales y catequesis especiales, servicio de ocio, atención médica y psicológica.
Así, se han habilitado seis centros en los que dormirán 1.500 jóvenes con discapacidad que serán atendidos por 600 voluntarios previamente formados para ello.
Por ejemplo, los jóvenes sordos estarán alojados en el Colegio de la Purísima de Madrid, un centro que lleva décadas dedicado a la formación de los jóvenes madrileños con deficiencias auditivas.
Además, en estos centros habrá catequesis y eucaristías especiales que se desarrollarán, por ejemplo, en lengua de signos, para las personas sordas, o con lenguaje "sencillo", para los discapacitados intelectuales.
Otros 2.500 peregrinos con discapacidad no han pedido alojarse en sitios especiales por lo que vivirán integrados con grupos de jóvenes sin discapacidad.
También en los actos centrales y las actividades culturales de la JMJ se tendrá en cuenta la presencia de jóvenes con deficiencias físicas y psíquicas.
"Son absolutamente prioritarios para nosotros" ha explicado el director de planificación de la JMJ, Javier Sobrino, quien ha previsto sitios especiales "cerca del Santo Padre" para las personas con discapacidad y uno o dos acompañantes.
Así, el acto de bienvenida en Cibeles, el Vía Crucis o la vigilia de Cuatro Vientos cuentan con espacios habilitados para que las personas con cualquier discapacidad tengan la mayor facilidad de acceso, visualización y escucha.
Los discursos o lecturas de estos actos se subtitularán en pantallas gigantes y serán traducidos a lengua de signos en cuatro idiomas.
Además, habrá un bucle magnético en algunas de las áreas de estos eventos que transformará la señal de sonido en un campo magnético que puede ser captado por los audífonos.
El servicio de emergencias 112 también estará especialmente atento a las personas discapacitadas y ha creado un servicio especial para las personas sordas que, a través de mensajes de texto, podrán avisar de cualquier emergencia y ser localizados en menos de tres minutos.
Todas estas acciones de ayuda a la discapacidad se completan con eventos culturales que, durante la semana de la JMJ, pretenden dar protagonismo social a las personas con deficiencia.
Entre ellas, se instalará una carpa en el parque madrileño del Retiro llamada "Capacitados para el amor" para acercar a los jóvenes de todo el mundo a esta realidad, además de otras actividades como una exposición de fotografía sobre la discapacidad en la Iglesia.
El Papa también ha mostrado un interés especial por estas personas y visitará el centro de atención a discapacitados de la Fundación Instituto de San José.
Además, uno de los peregrinos con discapacidad forma parte del reducido grupo de jóvenes que comerá con Benedicto XVI el día 19.
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