La OSCE expresa su preocupación por enfrentamientos en el sur de Kirguizistán

Moscú.- La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) expresó hoy su preocupación por la situación en el sur de Kirguizistán, donde enfrentamientos étnicos dejaron la víspera dos muertos y más de 70 heridos, y llamó a las partes en conflicto a renunciar a la violencia.

"Llamo urgentemente a todas las partes a renunciar a la violencia, a hacer todo lo posible por evitar toda confrontación futura y resolver los problemas sobre la base de la paciencia y el compromiso", dijo el ministro de Asuntos Exteriores kazajo y presidente de turno de la OSCE, Kanat Saudabáyev.

Agregó que "son intolerables los conflictos por razones interétnicas", después de que la víspera manifestantes kirguises trataran de asaltar en la ciudad de Jalal-Abad la Universidad de la Amistad de los Pueblos, construida con financiación de la minoría uzbeka.

"Es necesario garantizar cuanto antes el orden público y la primacía de la ley, el consenso y la estabilidad en la sociedad, que puedan crear las condiciones para que Kirguizistán salga de la crisis", subrayó Saudabáyev en un comunicado difundido por la Cancillería kazaja.

Señaló que la víspera conversó por teléfono con la presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, a quien expresó su "preocupación por los incesantes conflictos en ese país".

Asimismo, le comunicó "la disposición de la OSCE, de sus instituciones y de su centro en (la capital kirguís) Biskek de prestar toda la ayuda posible a Kirguizistán para salir cuanto antes de la crisis y para continuar su desarrollo constitucional".

En tanto, en Jalal-Abad, cerca de 3.000 personas se congregaron nuevamente en el hipódromo local y, según algunos medios, tomaron como rehenes al ministro de Defensa en funciones, Ismaíl Isakov, y al gobernador de la región, Bektur Asánov.

"No podemos confirmar que hayan sido tomados como rehenes, aunque los reportes desde Jalal-Abad son contradictorios", declaró un representante del Gobierno provisional a la agencia rusa Interfax.

Las nuevas autoridades declararon la víspera el estado de excepción en la ciudad de Jalal-Abad y en el distrito de Suzak, en esa misma región, hasta el 1 de junio e impusieron durante todo ese periodo el toque de queda entre las 20.00 y las 06.00 horas.

La medida tiene como finalidad "garantizar la seguridad de los ciudadanos, la pronta normalización de la situación y el restablecimiento del orden público".

El pasado viernes, dos personas murieron y otras 59 resultaron heridas en Jalal-Abad en choques armados entre partidarios del derrocado presidente kirguís Kurmbanbek Bakíev y del Gobierno Provisional.

Un día antes, los partidarios del antiguo régimen habían logrado tomar el control de las administraciones regionales de Jalal-Abad, Osh y Batkén, que el viernes volvieron a manos del Gobierno provisional.

Estos enfrentamientos se producían poco más de un mes después de los choques sangrientos en la capital, Biskek, que llevaron al derrocamiento de Bakíev y dejaron 84 muertos y más de 1.500 heridos.