La plantilla de Cegasa cree que es viable y exige circulante a los bancos

  • Representantes de los comités de empresa del grupo Cegasa han opinado hoy que la compañía, en concurso de acreedores, tiene continuidad y han exigido a los bancos que mantengan abiertas las vías de financiación.

Vitoria, 19 mar.- Representantes de los comités de empresa del grupo Cegasa han opinado hoy que la compañía, en concurso de acreedores, tiene continuidad y han exigido a los bancos que mantengan abiertas las vías de financiación.

Cegasa, fundada en 1934 como empresa fabricante de pilas, tiene plantas en Vitoria y Oñati, donde da empleo a 500 personas, así como en China (300 trabajadores) y posee delegaciones comerciales repartidas por España (100 puestos de trabajo).

En una comparecencia de prensa en Vitoria, los comités de Cegasa (ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK y UGT) han expuesto la situación del grupo después de que haya entrado en concurso de acreedores ante la falta de liquidez y han advertido de que este proceso ha generado aún más inestabilidad.

Han denunciado que los bancos han cortado el circulante al grupo, lo que supone "matar" a una empresa que sigue teniendo viabilidad y que factura 124 millones de euros anuales (2013).

Mikel Juanikorena, miembro del comité, ha explicado que la deuda con los bancos asciende a 86,5 millones, aunque el pasivo total es de 117 millones, ya que en esta segunda cifra está incluida la deuda a empresas del grupo.

Ha recordado que con el circulante que el "pool" de bancos acreedores había concedido al grupo era suficiente para que la empresa siguiera adelante, pero el plan de segregación del grupo en cinco sociedades limitadas no fue aceptado por éstos y el Banco Santander decidió cortar la financiación, decisión a la que se sumaron el resto.

Asimismo, los comités han leído un comunicado en el que han anunciado que van a estudiar fórmulas para depurar responsabilidades de la actual dirección, encabezada por Aitor Madina, por su "nefasta" gestión.

Juanikorena ha recordado que el fundador de la empresa, Juan Celaya, aportó en 2010 alrededor de 12 millones de euros para reflotar la compañía pero sus esfuerzos fracasaron debido a la gestión de la dirección.

Los representantes de los comités han explicado que desde 2008, cuando se llevó a cabo el traslado de la fabricación de la pila alcalina a China, los trabajadores han sufrido reducciones de plantilla, congelaciones salariales, reducción de derechos laborales y un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) que finalizó en febrero.

Además, han denunciado que la empresa ha incumplido los acuerdos de pago de los salarios y debe a los trabajadores varias nóminas.

Por último, han explicado que están esperando a que la dirección les comunique cómo les va a afectar un nuevo ERE que tiene previsto presentar.

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