"No queremos subvenciones, solo trabajar"

El pulso de la Plataforma a Sánchez: fin a falsos autónomos y jubilación a los 60

Tras 14 horas de reunión, el Gobierno llegó ayer a un acuerdo con el Comité, donde se aprobó un paquete de ayudas de 1.000 millones de euros. Una medida alejada del cambio estructural que pide la Plataforma.

camionero
El pulso de la Plataforma a Sánchez: fin a falsos autónomos y jubilación a los 60.
Jesus Hellin 2022

En la página web de la Plataforma hay tres números de teléfono: el primero, comunica; el segundo tiene el buzón lleno y el tercero no da señal. "Nosotros queremos que se siente con el Gobierno a negociar Manuel Hernández", dice un camionero de forma tajante. Manuel es el líder de la Plataforma. Él es el hombre que ha reunido el malestar de todo un sector para poner en jaque, no solo el sistema logístico del país, sino también al Comité Nacional, un instrumento -creado en el siglo pasado- que está formado por las grandes asociaciones de autónomos y empresas de transporte y que sirve como herramienta para negociar con el Gobierno cuando surgen problemas dentro del gremio. El Gobierno se mantiene firme en ofrecer medidas a corto plazo (con ayudas al gasoil), mientras que la Plataforma busca aprovechar esta crisis energética para forzar un cambio estructural en el sector. Un 'pulso' que mantienen ambos (con el Comité al margen) y que está llevando la protesta al límite: ya van 12 días.

Sobre las 14 horas de ayer, se anunció que había acuerdo entre el Comité y el Gobierno. Pero no eran más que falsas alarmas. A los pocos minutos, se conocía que la propuesta del Ejecutivo -el gasoil a 20 céntimos el litro de abril a junio- había sido rechazado por las grandes asociaciones, conscientes del perfil exigente que deben mantener si no quieren seguir perdiendo a sus asociados, que entre los corrillos de las protestas amenazan con no renovar la cuota de su asociación para unirse a la Plataforma.

Tras más de 13 horas de reunión y sobre las cuatro de la madrugada la ministra de Transportes aparecía ante los medios para explicar el acuerdo: "Se trata de un paquete de ayudas de más de 1.000 millones de euros. Habrá una ayuda directa de 20 céntimos por litro (el Gobierno pagará 15 y las energéticas 5). Además, se anuncia ayudas directas de 450 millones para el transporte (1.200 euros por camión) y se amplía la devolución de los créditos ICO de entre 8 a 10 años". Con estas medidas, la ministra defendía un acuerdo "estructural" y rechazaba que fuese un "paño caliente". Así, concluía diciendo que "el sector de transporte ha sufrido mucho y era necesario un paquete de ayudas como este. El Gobierno ha cumplido con su parte, ahora le toca al sector ser responsable. Las reivindicaciones del Comité y de la Plataforma han sido ampliamente atendidas y no existen excusas para no retomar la actividad".

"No queremos subvenciones, lo que queremos es poder trabajar", dice Laura, una camionera que lleva ya varios días secundando las protestas. "Nosotros lo que queremos es una jubilación a los 60 años -¿por qué el director de una sucursal se puede jubilar a los cincuenta y tantos y nosotros a los sesenta y tantos?-, que no existan falsos autónomos que van por ahí conduciendo el camión sin permisos, que nos reconozcan como accidente laboral un accidente de tráfico porque, si me quedo parapléjica, mi hijo no se lleva ninguna ayuda; y que los transportistas no estemos seis horas esperando a que nos carguen o descarguen el camión, como máximo una", afirma de forma irascible Laura. Ella dice que hay muchas más medidas, pero las tiene apuntadas en una libreta y no las recuerda.

"Los transportistas estamos seis horas para que carguen o descarguen el camión"

El autónomo se registra en una bolsa de cargas (creada por un operador logístico) donde las empresas ofertan sus viajes. Un desplazamiento que se está pagando a "setecientos y pico" en lugar de los "dos mil" que se solían pagar, cuenta Jorge, un transportista de Cienpozuelos que pertenece a Fetrensa (porque para ser autónomo tuvo, "por obligación", que afiliarse a una de las grandes asociaciones) y que ahora dice que "no le representa". La protesta, de momento, ya cumple los doce días, lo que traducido económicamente supone no cobrar durante casi medio mes. "Yo ya estoy asfixiada, yo no sé -y te lo digo de verdad- qué le voy a dar a mis hijos de comer. Yo soy la primera que quiero trabajar, pero no pagando, sino cobrando. Que me dejen, por lo menos, darle un plato de macarrones a mis hijos", comenta Laura.

"¿Sabes cómo nos llaman? Chorizos. Dice este señor (Manuel Hernández) que no se sienten representados porque somos una banda de sinverguenzas, de vendidos y no sé cuántas cosas más. Es absolutamente respetable, es su opinión, pero yo obviamente no la comparto. Nosotros dentro del Comité Nacional representamos los intereses de los autónomos que, por cierto, la mayoría somos camioneros", dice Victor González, presidente de Fetransa. "Ellos dicen que el Comité no les representa. Yo no lo comparto, pero el cauce oficial y legítimo, porque estamos en democracia todavía -al menos de momento-, es el Comité Nacional de Transportes", sentencia González.

reunion
Reunión de ayer entre el Comité y el Gobierno.

Ministerio Transportes

En la reunión de ayer, solo estuvo presente el Gobierno y el Comité Nacional del Transporte por Carretera. Quedó excluido el Consejo Nacional del Transporte de Mercancías, que, según Nuria Lacaci, secretaria general de la Asociación de Cargadores de España, "se ha convertido en un mero órgano consultivo, pese a que tiene a todas las personas del sector representadas". De hecho, dentro del Consejo se encuentra el propio comité junto con los sindicatos -UGT y CCOO-, los cargadores y expertos de transportes, entre otros.

Las espadas siguen en alto. Cada día que pasa, se estrecha más el cerco entre el Gobierno y el Comité para incorporar en la mesa de negociación a la Plataforma. Tanto el Minsiterio de Economía como el de Transportes son conscientes de las demandas de los protestantes. Un escenario que ha convertido este enfrentamiento en un juego por ver quién resiste más. El dilema ahora está entre si estar un día más sin cobrar o continuar teniendo contra las cuerdas el sector logístico del país.

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