La polémica Ley Laboral Juvenil fractura al partido de Humala

  • La derogación de la polémica Ley Laboral Juvenil en Perú ha fracturado al partido oficialista, que deja así de ser la primera fuerza en el Parlamento, y supone un duro varapalo para el presidente peruano Ollanta Humala, quien sufre un delicado momento por acusaciones de espionaje a sus opositores.

Carmen Jiménez

Lima, 28 ene.- La derogación de la polémica Ley Laboral Juvenil en Perú ha fracturado al partido oficialista, que deja así de ser la primera fuerza en el Parlamento, y supone un duro varapalo para el presidente peruano Ollanta Humala, quien sufre un delicado momento por acusaciones de espionaje a sus opositores.

El Congreso de Perú aprobó el lunes la derogación por 91 votos a favor, entre ellos los de siete parlamentarios del partido gobernante Gana Perú, incluida la vicepresidenta Marisol Espinoza, 18 en contra y 5 abstenciones.

La polémica norma, que fue defendida a ultranza por Humala hasta el último minuto, ofrecía un salario mínimo y seguridad social para los jóvenes, pero reducía las vacaciones de 30 a 15 días, y no consideraba el pago de gratificaciones (salario extra) ni la compensación por tiempo de servicios (CTS).

Esta ley fue aprobada por el Congreso el pasado mes de diciembre y contó con el apoyo de los grupos opositores, pero la presión en las calles de miles de jóvenes que protagonizaron multitudinarias marchas de protesta les hizo cambiar de opinión.

Y es que el gran ganador de esta votación ha sido el movimiento juvenil peruano, que ha conseguido movilizar a través de las redes sociales a miles de personas. Todo parece indicar que es un movimiento que ha llegado para quedarse.

El rechazo a esta ley también se manifestó en las encuestas que apuntaban a que un 76 % la desaprobaba y un 54 % consideraba que debía ser derogada.

Además de los grupos opositores Partido Aprista Peruano y Fuerza Popular, el partido Perú Posible, del expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006), habitual aliado del Gobierno en el Congreso, también se inclinó por derogar la Ley Laboral Juvenil en la legislatura extraordinaria del Congreso convocada por Humala.

Pero la mayor sorpresa fue que la derogatoria contará con los votos a favor de siete legisladores oficialista, uno de ellos el del congresista Sergio Tejada que anunció el domingo su renuncia por su discrepancia con el Gobierno por esta norma.

Tras esta renuncia de uno de sus representantes mas reconocidos, el partido oficialista se queda con 34 legisladores, uno menos que el fujimorismo, que se convierte en la agrupación con más representantes en el Congreso de 130 miembros.

La desbandada en las filas oficialistas dejó el año pasado a Humala con problemas para lograr la mayoría en el Parlamento, pero las últimas deserciones a un año y medio de que finalice su mandato auguran mayores dificultades para aprobar cualquier iniciativa así como para mantener el control del Legislativo.

En opinión de varios analistas las renuncias en el bando oficialista también responden a un cálculo político de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2016.

Después de la derrota sufrida con la derogación de esta ley, varios diputados opositores han pedido a Humala que haga cambios en el gabinete para evitar que la crisis política se agrave.

De momento, la primera ministra de Perú, Ana Jara, convocó hoy a las fuerzas políticas a participar en un dialogo abierto y sincero sobre los temas más importantes para el país, con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de la institucionalidad.

El expresidente Alejandro Toledo anunció el martes la disposición de su partido a participar en un diálogo e invocó a las organizaciones políticas a "dejar de minar" al Gobierno.

Y es que la derogación de esta ley llega en un momento político delicado para Humala después de que su Gobierno fuera acusado en las últimas semanas de espiar a sus opositores así como a la vicepresidenta Marisol Espinoza

Humala ha rechazado tajantemente que los servicios de inteligencia se dediquen a estas actividades y anunció que en aras de la transparencia facilitará las investigaciones con acceso a información clasificada.

Además de las denuncias por espionaje, Humala también se ha visto salpicado por el caso del empresario prófugo Martín Belaunde, quien ha pedido refugio en Bolivia mientras las autoridades lo requieren para responder por casos de corrupción.

Belaúnde Lossio tiene una orden de prisión preventiva desde mayo pasado a raíz de varias denuncias por corrupción, vinculadas a negocios con empresas proveedoras del Estado y con varios gobiernos regionales.

El empresario fue asesor de la campaña electoral de Humala en el 2006 y mantuvo una cercana amistad con la pareja presidencial peruana, pero a partir de 2011 se vinculó con los gobiernos regionales elegidos en el mismo año que Humala asumió la Presidencia (2011-2016).

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