La 'pólvora mojada' que acumula Europa... ¿cuánto puede aguantar sin estallar?

    • El problema más grave que afronta Europa en este momento no es el 'Brexit' ni el paro ni la inflación.
    • Miren la foto que acompaña a este artículo y díganme si hay alguna fuerza de seguridad capaz de contener esa desesperación.
Penetraron en la vía férrea y rompieron parte de la valla alambrada entre Macedonia y Grecia gritando "¡Abran las fronteras!".
Penetraron en la vía férrea y rompieron parte de la valla alambrada entre Macedonia y Grecia gritando "¡Abran las fronteras!".

Europa se está fallando a sí misma como tierra del bienestar y seguridad. Dilata los tiempos como si los tuviera ilimitados. Se preocupa de problemas urgentes y demora los importantes. Esta negligencia le costará caro. Es cuestión de tiempo.

No, no me refiero al "Brexit" ni a la prolongada deflación ni el problema del desempleo en varios países. Ignoro si el Reino Unido se marchará finalmente de la Unión Europea. Desconozco hasta qué punto su ausencia podría afectar a la marcha de la economía. Tampoco podemos aventurar cuándo se recuperará Grecia de su estricta dieta de adelgazamiento o si Alemania podrá seguir creciendo rodeadas de economías vacilantes.

Pero sí podemos afirmar con rotundidad que en Europa se producirá un cambio rotundo en las próximas décadas. Un cambio de tipo social. Me inspiro en Alfonso Guerra, difícil de igualar en capacidad expresiva: "En unas décadas, a Europa no la va a conocer ni la madre que la parió".Una situación que no va a cambiar

A pesar de un agonizante índice de natalidad, la economía este Viejo Continente de tan viejo contenido humano no sufrirá los efectos de la crisis demográfica. Dispondrá de suficiente mano de obra que contratar en sus fábricas. Miles de personas se agolpan en nuestras fronteras en búsqueda de trabajo, pan y dignidad.

Parece que los gobiernos europeos no quieren percatarse que esta situación NO VA A CAMBIAR. Lo que hoy son cien mil, mañana serán doscientos mil. Y pasado, trescientos mil. No hay fuerza de seguridad humana capaz de contener al hambre, la miseria, el miedo y la desesperación.

Hoy Macedonia ha rechazado a 7.000 refugiados con vaharadas de gases lacrimógenos. Hombres, mujeres, niños… nadie se ha salvado de ese aliento letal. Sí, respondían al lanzamiento de piedras y a los gritos de "¡abran las fronteras!". Anteayer, Hungría. Ayer, Serbia. Hoy, Macedonia. ¿Alguien en su sano juicio espera que mañana suceda en alguna parte distinta de las fronteras europeas?

La cuestión radica en cómo integrar, en condiciones de seguridad, a esos centenares de miles de PERSONAS que no muestran ningún interés en regresar a su tierra a corto plazo. Y seguramente, cuando pase algún tiempo, tampoco a medio o largo plazo. En su lugar, cualquier europeo haría lo mismo que ellos.

A día de hoy, no parece que las concertinas, las vallas y los gases lacrimógenos hayan conseguido detener la avalancha. Miren la foto que acompaña a este artículo y díganme si hay alguna fuerza de seguridad capaz de contener la desesperación.

Cabría preguntarse si, además de un reparto de cuotas mal planeado y peor ejecutado, la Comisión Europea concibe alguna estrategia humanitaria mejor que acumular en sus fronteras la 'pólvora mojada' -mojada por el mar mediterráneo que no ha impedido su viaje- antes de que se seque y nos estalle en las narices.

Sigue @martinalgarra//

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