La prensa exige fin de la censura en el caso de violación que indignó a India

  • La Justicia india decidió hoy que a partir del lunes serán diarias las vistas por el caso de violación que ha indignado al país, donde la prensa ha reivindicado el derecho a informar sobre el juicio frente a la censura existente.

Igor G. Barbero

Nueva Delhi, 24 ene.- La Justicia india decidió hoy que a partir del lunes serán diarias las vistas por el caso de violación que ha indignado al país, donde la prensa ha reivindicado el derecho a informar sobre el juicio frente a la censura existente.

En la segunda audiencia del proceso, después de que esta semana fuera trasladado a una sala de "vía rápida", la Fiscalía ratificó los cargos contra los cinco imputados por la violación y muerte de una estudiante de fisioterapia de 23 años en diciembre pasado.

Entre ellos figuran los de violación y asesinato, pues la joven murió a causa de las heridas trece días después de la agresión sufrida junto a su novio el 16 de diciembre en un autobús de Nueva Delhi.

"La próxima vista se producirá el 28 enero y en ella la defensa presentará alegaciones", afirmó ante los medios el abogado A.P. Singh, tras concluir la audiencia en el tribunal de Saket, en el sur de la capital india.

"A partir de ese día las audiencias serán diarias", agregó el letrado, que defiende a dos de los presuntos implicados, incluido a un menor de edad que podría convertirse en el sexto acusado si así lo decide el tribunal.

La vista de hoy se desarrolló a puerta cerrada durante aproximadamente dos horas y Singh se ha convertido en una de las pocas voces que arrojan algo de luz, aunque poca y a tirones, sobre lo que ocurre en la sala 305 de la tercera planta.

Junto a esa habitación, custodiada por una veintena de policías, aguardan cada sesión un puñado de periodistas locales y algunos letrados en busca de potenciales clientes.

Los reporteros esperan pacientes, aunque a lo máximo a lo que aspiran es a conseguir ver a los acusados salir escoltados con los rostros cubiertos con gorros de lana y arrancar algunas palabras de sus abogados defensores, cada vez más reticentes a conversar.

La magistrada Namrita Aggarwal, encargada en un principio del caso, dictaminó que si los medios de comunicación quieren informar del proceso deben contar con el consentimiento previo.

El juez Yogesh Khanna, que tomó las riendas esta semana, no ha variado un ápice esta censura informativa.

Un grupo de periodistas indios instó hoy a Khanna a proporcionar una serie de directrices y a aclarar qué no es posible publicar, un dilema que por lo general los medios extranjeros no se plantean.

El juez, no obstante, desestimó la petición, por lo que la opacidad tiene visos de continuar, de igual manera que la indignación popular, alimentada por la continua aparición de nuevos casos de agresiones sexuales.

"No visiten ni la India ni Nueva Delhi porque son la capital de las violaciones", se leía en las pancartas de un centenar de manifestantes que hoy, como cada día, poblaban el manifestódromo capitalino, ubicado junto al céntrico observatorio de Jantar Mantar.

Pese a la presión y a los llamamientos a endurecer las leyes, un comité judicial creado a instancia del Gobierno recomendó ayer en un informe no aplicar la pena de muerte a los condenados por violación y desaconsejó rebajar la mayoría de edad de 18 a 16 años para juzgar delitos sexuales.

La medida no significa que los imputados por el crimen que desató un tsunami de protestas en la India se vayan a librar de la horca, pues en su caso la joven violada murió, y el asesinato, según el código penal indio, puede ser castigado con la pena capital.

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