La presión de los independentistas complica los 'equilibrios' en la candidatura de Iglesias

    • El sector independentista de ICV reclama a 'Catalunya sí que es Pot' como "la mejor opción para la izquierda nacional".
    • El líder de Podemos insiste en los riesgos de una Cataluña fuera del Estado.

Iglesias, en un acto de campaña para el 27-S.
Iglesias, en un acto de campaña para el 27-S.

El difícil juego de equilibrios que Podemos libra en su candidatura para el 27-S, Catalunya sí que es Pot, se complica a medida que apura el tiempo hacia las urnas. El líder de la formación 'morada' no ha ocultado en campaña que la cuestión catalana no le agrada, y que prefiere centrar el discurso en otros ejes, especialmente los sociales. Pero no ha podido evitar las referencias, que insisten en la línea hasta ahora mantenida: partidario del derecho a decidir, no desea una Cataluña fuera del resto del Estado. "Con nosotros buena parte de Cataluña no se querría ir", dijo este martes, en una entrevista en COPE. En sus mítines, Iglesias alude a una Cataluña como "nación" y a una España como "realidad plurinacional", pero marca las distancias: esta misma semana subrayaba también que la independencia sacaría a la región de la UE, con el riesgo que ello implica. Advertía, además, que su candidatura no facilitará la investidura de Mas.

Incluso en campaña, el dirigente ha tratado de esquivar las cuestiones que plantearía en un eventual gobierno, como un posible pacto fiscal. "Lo más importante es perseguir el fraude", evitó este martes. Esa indefinición, afeada desde su propio partido, hace especialmente compleja la convivencia en la candidatura catalana. Catalunya sí que es Pot se nutre de amplios sectores de la izquierda independentista e incluye como cabezas destacadas- el propio número uno, Lluis Rabell, admitió haber votado por el 'doble sí' en la consulta de noviembre - a reconocidos partidarios de una Cataluña separada del Estado.

Esos sectores han arreciado sus presiones a Iglesias para arrancar un compromiso más firme con la independencia. La última expresión ha llegado de Compromís per la Independència-corriente de ICV a la que pertenece la propia cabeza de lista por Lleida, Sara Vilá- que, en un comunicado, pide el voto para Catalunya sí que es Pot por considerar que "es la opción que mejor representa los valores de la izquierda nacional".

"En estos momentos, en los que desde algunos sectores se pretende reducir y simplificar la opción de voto independentista en una determinada hoja de ruta, queremos hacer oír nuestra voz", dice la nota.

En el manifiesto aclaran que la única forma de lograr un nuevo Estado es por medio de un referéndum de autodeterminación, rechazan el carácter plebiscitario que Mas trata de imprimir a los comicios y llaman a abrir un proceso constituyente. Punto éste en el que difieren con Iglesias. El secretario general de Podemos ha respondido siempre que en tanto no se abra ese proceso a nivel de toda España no será posible resolver el modelo de relaciones que los catalanes quieren con el resto del país. Los ecosocialistas, en cambio, son partidarios de que ese proceso se celebre únicamente en Cataluña.República con Constitución

El proceso constituyente está recogido ya en el programa electoral con el que Catalunya sí que es Pot se presenta a los comicios, y en el que se contempla también la elaboración de una Constitución propia. El modelo que defienden es el de una República que, se indica, puede ser compatible tanto en un escenario de independencia como en una España federal. La relación con el Estado vendría establecida por un referéndum.

Las distancias que la formación emergente trata de mantener con la independencia se traducen por el momento, según las encuestas, en réditos electorales. Las proyecciones indican que Catalunya sí que es Pot ha calado también en los votantes independentistas descontentos en cambio con la 'radicalidad' de la hoja de ruta de Mas, que contempla un plazo de año y medio para alcanzar un Estado independiente.

Que Iglesias gane votos del sector independentista ha provocado el enfado en la CUP. Varios activistas vinculados a esta candidatura, que defiende que la declaración unilateral de independencia habría de ser la primera acción del nuevo Parlament, trataron de boicotear este fin de semana un mitin de Iglesias en el barrio del Carmel, uno de los distritos obreros de Barcelona.

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