La sociedad tunecina se pregunta por las consecuencias del triunfo islamista

  • La arrolladora victoria del movimiento islámico conservador Al Nahda en las elecciones tunecinas del pasado domingo, ha sorprendido a diversos sectores de la sociedad, que buscan una explicación e intentan prever las consecuencias políticas de los resultados.

Miguel Albarracín

Túnez, 30 oct.- La arrolladora victoria del movimiento islámico conservador Al Nahda en las elecciones tunecinas del pasado domingo, ha sorprendido a diversos sectores de la sociedad, que buscan una explicación e intentan prever las consecuencias políticas de los resultados.

El catedrático de Sociología Mehdi Mabrouk indicó a Efe que el voto masivo a Al Nahda "es fruto del trabajo de los islamistas sobre el imaginario religioso de la gente, de la campaña de sensibilización y del refuerzo de su papel de víctimas de la represión del régimen, como carta populista".

"Las protestas de los islamistas en plena campaña electoral por la difusión de la película franco-iraní 'Persépolis', que muestra imágenes de Dios en dibujos animados tuvo un efecto perverso", según el profesor.

Para él estas protestas que fueron condenadas pero toleradas por Al Nahda, sirvieron para que la mayoría de los tunecinos se sintiera herida en su identidad árabe-musulmana y buscara un refugio identitario en el partido conservador dirigido por Rachid Gannouchi.

Mabrouk explicó, además, que Al Nahda, que logró el 41,6 por ciento de los votos, "diseñó para la campaña un discurso simple e incitó a la participación por el bien de la religión".

Asimismo, el sociólogo reconoció, al igual que otros expertos, que entre todo el espectro político "la campaña de Al Nahda fue la más completa, la mejor organizada y disciplinada y la que mejor supo comunicar su mensaje moderado entre los más pobres de toda la geografía del país".

Varios analistas han señalado en distintos artículos de fondo publicados en la prensa nacional que Al Nahda se favoreció, también, de un "voto de castigo" contra los partidos de centro e izquierda que convivieron con el depuesto presidente Zin El Abidín Ben Ali y a quien según aseguran "permitieron su desviación autoritaria y la instalación de una red mafiosa y corrupta por todo el país".

En este sentido, el comerciante Mohamed El Barrak declaró a Efe que "la mayoría de los líderes de esos partidos viven en los barrios de los ricos burgueses, en casas frente al mar y han basado su campaña en defender el laicismo y atacar a los islamistas en un momento de confusión en el que, precisamente, la religión es el único punto que une a la mayoría".

Para El Barrak, con la victoria de Al Nahda se asegura la protección de la religión islámica en la nueva constitución que tendrá que elaborar la Asamblea Constituyente salida de las urnas y "después ya veremos a quién votar en el futuro", agregó.

Por su parte, el líder del sindicato Unión de Jóvenes Árabes, Malek Ezzahi, vive con "aprehensión y temor" el triunfo electoral de los conservadores islámicos porque considera que "someterán al país a una islamización galopante una vez que finalice la etapa transitoria y se instalen cómodamente en el poder".

Según Ezzahi, cuando Al Nahda se haga con las riendas del país, controlará los mecanismos del poder "para favorecer su modelo de sociedad".

"Me siento muy mal porque después de pasar por las cárceles de Ben Ali y haber arriesgado la vida por la revolución, todo el esfuerzo colectivo que hemos hecho sólo ha servido para entregar el poder en bandeja a los conservadores de Al Nahda", agregó.

Para Ezzahi, los resultados han supuesto "un descalabro electoral para la izquierda, que se traduce en un desequilibrio político" del que, como confiesa, aún no sabe cómo se podrá superar.

"No sabemos cómo solucionar el problema del desinterés político que ha provocado que la mayoría silenciosa no votara", comentó el sindicalista que precisó que de 7.569.824 electores, sólo depositaron su voto 4 millones, lo que, según su interpretación, "favoreció el triunfo de los disciplinados islamistas".

Finalmente, considera que de los resultados de las primeras elecciones libres del país se puede extraer una lección para las fuerzas progresistas, que "la falta de unión de los sectores modernistas y de izquierda beneficia a la derecha conservadora".

Y mientras la izquierda se detiene a analizar su derrota, los líderes de Al Nahda continúan sus consultas para la formación de un nuevo gobierno transitorio, mientras insisten continuamente en que "el diálogo y el consenso serán los fundamentos sobre los que se tomarán todas las decisiones en la nueva Asamblea Nacional Constituyente".

Mostrar comentarios