La UE condena la última ola de atentados en Irak e insta al diálogo

  • La Unión Europea (UE) condenó hoy la última ola de ataques en Irak, e instó al Gobierno de Bagdad y a todos los líderes políticos del país a entablar un diálogo para resolver las diferencias políticas.

Bruselas, 19 dic.- La Unión Europea (UE) condenó hoy la última ola de ataques en Irak, e instó al Gobierno de Bagdad y a todos los líderes políticos del país a entablar un diálogo para resolver las diferencias políticas.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, "condena en los términos más enérgicos la última serie de ataques en varias ciudades iraquíes, incluido en los territorios disputados", señaló su portavoz, Michael Mann, en un comunicado de prensa.

La alta representante de la Política Exterior y de Defensa de la UE expresó su deseo de que este "uso sin sentido de la violencia no agrave las tensiones ya existentes en los territorios disputados".

Igualmente confió en que "los iraquíes se mantengan firmes en su continuado rechazo a los intentos de extremistas a socavar la seguridad y estabilidad" en el país árabe.

Ashton reiteró su llamamiento para que el Gobierno de Bagdad y todos los líderes políticos entablen un diálogo "verdadero e incluyente", que incluya el asunto de los territorios disputados.

"Garantizar una gobernanza eficaz e incluyente en todo el país, apoyada por el estado de derecho, representa la mejor oportunidad para desafiar en última instancia la violencia continuada", sostuvo.

Una cadena de atentados en Irak causó el lunes la muerte a 45 personas y heridas a otras 159, un día antes de que se cumpliera el primer aniversario de la salida definitiva de las tropas estadounidenses del país.

En el último año, Irak se ha sumido en una crisis política entre los distintos partidos y con la región autónoma del Kurdistán, y ha sufrido un repunte de la violencia con frecuentes atentados contra objetivos chiíes y fuerzas de seguridad.

Pero aunque la violencia se ha recrudecido en este último año, más grave ha sido la crisis política, que se desató tan solo 24 horas después del repliegue estadounidense.

La orden de detención contra el vicepresidente, suní Tareq al Hashemi, sobre el que penden cinco condenas a pena de muerte en rebeldía por supuestos actos de terrorismo, provocó el boicot de su formación Al Iraquiya durante un mes de las sesiones del Gobierno y del Parlamento.

Al Hashemi buscó refugio en la región autónoma del Kurdistán iraquí bajo la protección de su presidente, Masud Barzani, que rechazó entregarlo a las autoridades de Bagdad, por lo que surgieron problemas entre esta región y el Gobierno central.

Además de este asunto, el Kurdistán iraquí y el gabinete del primer ministro, Nuri al Maliki, está enfrentados por zonas que ambas partes reclaman como propias y a las que han enviado refuerzos militares en las últimas semanas.

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