Bruselas.- La Unión Europea decide hoy si mantiene su objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2020 -un 20% ampliable al 30% si otros países adquieren compromisos equivalentes- a pesar del fracaso que supuso la cumbre del clima en Copenhague.
La Presidencia española rotativa de la UE presentó esta mañana una propuesta ante los embajadores adjuntos de los Veintisiete en la que defiende no rebajar el grado de ambición de ese objetivo.
Sin embargo, las negociaciones entre países dentro de este marco técnico parece que podrían complicarse y alargarse hasta la tarde, informó una fuente comunitaria.
La UE y los demás actores internacionales deben remitir propuestas concretas de reducción de CO2 a Naciones Unidas antes del próximo día 31, además de manifestar de forma explícita su apoyo a la declaración política con la que concluyó el encuentro en la capital danesa.
La carta que remitirá el bloque europeo a la ONU adoptará hoy su forma definitiva, después de la reunión informal de ministros de Medio Ambiente celebrada en Sevilla la semana pasada.
Según explicó ayer la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, nadie pone en duda la necesidad de que Europa reduzca sus emisiones un 30% en relación con los niveles de 1990.
El punto de discordia entre países miembros es cuándo debe la UE adquirir este compromiso, aclaró Ribera.
Algunos estados, consideran que Europa debería comprometerse ya, pero otros estiman más conveniente esperar a que se hayan pronunciado los demás países y aseguran que tendrá más efecto en las negociaciones internacionales ofrecer un objetivo condicionado.
La organización ecologista WWF publicó hoy un comunicado en el que afirma que el 20% es un objetivo "extremadamente débil" y asegura que, de hecho, para cumplirlo la UE tendría que reducir el ritmo de recorte observado en los últimos tres años.
WWF considera además que no habrá manera de cumplir el objetivo comunitario de recorte de CO2 a largo plazo (95% en 2050) si las mejoras necesarias se posponen otros diez años.
Asimismo, recuerda que asumir un compromiso de reducción del 30 por ciento supondría un "ahorro masivo de energía" que beneficiaría a la economía de la Unión y facilitaría la creación de empleos.
"Europa debería poner un objetivo del 30% en el acuerdo de Copenhague el 31 de enero y buscar caminos para elevar el nivel de ambición hasta el 40% o más" si quiere ser coherente con su compromiso de evitar que la temperatura del plantea se eleve por encima de los dos grados centígrados.
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