La unesco reclama más seguridad para los periodistas en zonas de conflicto


La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, pidió este miércoles que se mejoren las medidas de seguridad para los periodistas y otros empleados de prensa en zonas en conflicto o de tensiones sociales para que puedan cumplir con sus deberes profesionales.
Bokova hizo este llamamiento tras el asesinato del periodista de televisión iraquí Omar Rasim al-Qaysi, fallecido en un ataque suicida el pasado 12 de diciembre.
"Mientras continúen los bombardeos y los ataques en Iraq y en otras regiones en conflicto o con tensiones sociales, los periodistas siguen pagando un tributo excesivo por defender el derecho humano fundamental a la libertad de expresión", apuntó Bokova.
La directora general de la Unesco exhortó al Gobierno iraquí y a los de países "donde se están produciendo campañas de violencia similares que hagan todo lo que esté en su mano para mejorar las condiciones de seguridad. Sólo entonces los periodistas podrán realizar su importantísimo trabajo con una relativa seguridad".
Omar Rasim al-Qaysi, presentador del canal de televisión por satélite Al-Anbar TV murió cuando un coche bomba explotó a su paso en el centro de Ramadi, en la provincia de Al-Anbar.
Su hermano Mustafa al-Qaysi, camarógrafo de la misma cadena, resultó herido en el ataque, en el que fallecieron 13 personas y 40 resultaron heridas, en un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico de Iraq, relacionado con Al Qaeda.
El llamamiento de Bokova se produce después de que el Comité para la Protección de los Periodistas revelara recientemente en un informe que los ataques suicidas y las protestas callejeras violentas han causado este año un número "muy elevado" de muertes, con especial mención para Pakistán (ocho fallecidos), Iraq (cuatro) y Honduras y México (tres).
"Aunque el número de periodistas asesinados en 2010 ha disminuido en relación con los años anteriores, sigue siendo inaceptablemente alto y subraya la violencia a la que se ven enfrentados a diario los profesionales de los medios", concluyó Bokova.

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