La Unión Africana pide más "cascos azules" para Somalia y un bloqueo aéreo y naval

Naciones Unidas.- El comisario del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA), Ramtane Lamamra, pidió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU incrementar los "cascos azules" en Somalia y que se decrete un bloqueo aéreo y naval para disuadir las acciones de piratería y terrorismo que en ese país ocurren.

Señaló que la comunidad internacional debería decretar "una zona de exclusión aérea y naval para evitar la entrada de milicias extranjeras en Somalia y para evitar que los barcos transporten armamento y munición para los grupos armados".

Por su parte, el ministro de Exteriores somalí, Yusuf Ibrahim Hassan, admitió ante el Consejo que su país vive una situación muy difícil y respaldó ese llamamiento a reforzar las fuerzas internacionales y a un eventual bloqueo aéreo y naval.

La UA "está muy preocupada porque la inseguridad en Somalia está afectando al resto de la región", dijo Lamamra al Consejo de Seguridad que hoy abordó la situación de Somalia.

Como prueba del impacto que la inestabilidad somalí tiene en la región se refirió a los ataques que el grupo terrorista Al Shabab realizó contra Kampala (Uganda) el pasado 11 de julio y en los que murieron 76 personas.

Lamamra informó al Consejo de la decisión que la UA anunció el pasado 15 de octubre de enviar más tropas a Somalia, que se unirán a los soldados de Burundi y Uganda ya desplegados en el país, y para aumentar el número máximo de hombres en la zona de 8.000 a 20.000, además de que los policías desplegados serán 1.680.

El aumento en el número máximo de soldados de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) se produce después de la propuesta presentada en julio pasado por la organización Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) de África Oriental.

Los mandos de AMISOM cuentan en la actualidad con unos 6.000 soldados ugandeses y burundeses, unos 2.000 menos de los contemplados por el mandato que les concedió la ONU tras la retirada del país del Ejército etíope en enero de 2009.

Somalia carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y pasaron a controlar el país grupos conocidos como "señores de la guerra" y clanes locales, además de milicias islámicas. El actual presidente de Somalia es Sharif Sheikh Ahmed.

En la actualidad tiene un Gobierno de Transición, cuyo mandato finaliza en agosto del próximo año, y que desde la pasada semana tiene como nuevo primer ministro a Mohamed Abdulahi Mohamed, con nacionalidad estadounidense.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció ante el Consejo que el organismo internacional aumentará su presencia política en Somalia para apoyar el proceso de paz en ese país, al tiempo que pidió a la comunidad internacional que refuerce a AMISOM.

Indicó que la organización se centrará en el respaldo al Gobierno Federal de Transición en sus esfuerzos de reconciliación, así como en apoyar y promocionar las consultas para la redacción de la Constitución.

"Para ser eficientes y garantizar el desarrollo del proceso, aumentaremos nuestra presencia política en Puntlandia y Somalilandia", dijo Ban y añadió que el organismo mantendrá su enfoque "prudente" para acercarse al pueblo y a las autoridades del país africano.

La ONU cerró su sede en Somalia en 1993 y la trasladó a Nairobi por el grave deterioro de la seguridad en el país, que entonces era escenario de combates y bombardeos constantes entre los grupos armados que se disputaban el poder.

El responsable de Naciones Unidas señaló también que la situación política es muy frágil pese al compromiso del Gobierno de Transición con el proceso de paz y al deseo de la población de vivir en un entorno pacífico y seguro.

Igualmente se refirió a la situación de crisis humanitaria que vive el país africano, donde dos millones de personas necesitan asistencia de urgencia y otros 1,4 millones han sido desplazados por la violencia en los últimos tres años.

Para consolidar el proceso de paz y evitar que la inestabilidad se contagie a otras zonas de esa conflictiva región africana, Ban pidió a los países actuar con rapidez y apoyar a las fuerzas de la UA, incluyendo la financiación y el envío de soldados.

En septiembre pasado, el enviado especial de la ONU para Somalia, Augustine Mahiga, aconsejó reforzar a AMISOM con 12.000 nuevos hombres para afrontar los crecientes ataques de las milicias islámicas opuestas al Gobierno.

También insistió en que se deberían aumentar las patrullas aéreas y marítimas para impedir que el material bélico que entra a Somalia por el puerto de Kismayo bajo control de los milicianos islámicos, termine siendo utilizado para atacar a AMISOM y a las fuerzas gubernamentales.

El grupo radical de mayor influencia en Somalia es el de los islámicos de Al Shabab, que pretenden derrocar al Gobierno Transitorio para crear un estado musulmán radical de corte "wahabí" en el este de África.