Lacalle lamenta el jacobinismo en Iberoamérica y no ve un acuerdo UE-Mercosur

Madrid.- El ex presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle advirtió hoy contra la imposición en Iberoamérica de una interpretación jacobina de la libertad de manos del populismo, puso a su país como modelo de equilibrio político en la región y descartó avances en las negociaciones comerciales entre la UE y el Mercosur.

Lacalle participó este jueves en la localidad madrileña de Navacerrada en un foro internacional sobre las amenazas del populismo en América Latina, organizado por la Fundación para el Estudio y los Estudios Sociales (FAES), vinculada al conservador Partido Popular (PP), la principal fuerza opositora en España.

En una entrevista con Efe, el que fuera presidente entre 1990 y 1995 puso a Uruguay como ejemplo de "equilibrio" político frente a los embates del "jacobinismo" que, encarnado en los alardes populistas de los gobernantes de países como Venezuela o Bolivia, vuelve a repetir los errores del pasado en Iberoamérica.

Esa "interpretación jacobina" de la libertad, que es su "negación", dijo, puede superarse con el respeto a la libertad "del otro" y con una alta dosis de democracia "en las venas".

"Hay una sabiduría en el ADN nacional (de Uruguay) que es el respeto a las minorías y el respeto al voto", subrayó Lacalle, para a continuación poner el ejemplo de lo ocurrido con la llegada al poder del actual presidente uruguayo, José Mujica, su rival en las elecciones de 2009.

Mujica, ex guerrillero tupamaro y representante de la línea más radical de la coalición de izquierdas Frente Amplio, venció a Lacalle en la segunda vuelta de esos comicios en noviembre del año pasado y consiguió mayoría absoluta en el Parlamento.

"Cuando hemos visto ponerse al frente del Gobierno al presidente Mujica después de haber sido integrante de uno de los grupos (los guerrilleros tupamaros) que atacaron la constitucionalidad en los años sesenta y setenta, todos sentimos que el país había retomado sus mejores virtudes", explicó el líder del Partido Nacional, el más importante de la oposición en Uruguay.

Al tiempo, dijo, "ver que las Fuerzas Armadas que él combatió le rendían honores y que (Mujica) se convierte en su comandante en jefe es lo que yo llamo uruguayidad, una fuerza que no es de nadie, sino del pueblo uruguayo".

También atribuyó esa estabilidad política a la educación, "con una escuela pública que desde 1875 es laica, gratuita y obligatoria", y que es también "factor de creación de case media, algo que vuelve estable a un país".

Otro aporte ha sido "la labor realizada durante 174 años por los llamados partidos fundacionales, el Partido Nacional y el Partido Colorado".

"Son los partidos más antiguos del mundo, cortes verticales de la una sociedad policlasista que no acentúan las diferencias sociales sino que las integran", afirmó.

Tal tradición partidista actúa "como las varillas de acero de una columna de concreto, que no se ven pero que están ahí para dar dos cualidades a esa columna: flexibilidad y fortaleza", agregó.

Lacalle no tuvo sonrojo en reconocer que tanto el Gobierno del anterior jefe de Estado, el también frenteamplista Tabaré Vázquez, como el del actual presidente Mujica, "han tenido una condición que no se veía desde hace 40 años, la mayoría parlamentaria absoluta".

Sin embargo, continuó, "en lo que podemos enorgullecernos es que estemos en ceremonia todos juntos, el presidente en ejercicio y los cuatro ex presidentes (posteriores a la dictadura de 1973-1985) junto con él, manteniendo nuestras diferencias pero sabiendo que somos todos en cierta manera responsables del país".

Lacalle se refirió también a la reanudación de las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur (formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para lograr la firma de un tratado de libre comercio.

La reanudación de ese diálogo fue uno de los frutos aparentes de la cumbre UE-América Latina y Caribe celebrada en mayo pasado en Madrid, sede entonces de la presidencia de turno española de la Unión.

Sin embargo, el ex jefe de Estado uruguayo se mostró hoy muy pesimista sobre el futuro de esas negociaciones.

"Veo las negociaciones entre UE y el Mercosur muy difíciles porque Europa está preocupada por otros temas, como la absorción de los países nuevos, sus temas fiscales tan complicados de solucionar o el asunto de Turquía", refirió.

Además, "Francia encabeza el proteccionismo en Europa y son más de diez los miembros de la UE que ya han dicho que no están dispuestos a modificar la política agropecuaria común ni a facilitar el comercio" birregional.

"Estamos ante un tiempo de reforzamiento del proteccionismo y es una lástima, porque está probado que la libertad de comercio es lo que hace a todas las naciones ricas", añadió.

Juan Antonio Sanz