Las algas marcan el paso de la economía sostenible

  • La empresa Algamar recibe el premio a la innovación de la FundaciónBiodiversidad por la creación de empleo en el respeto de labiodiversidad.
Sara Acosta

El cambio de modelo económico y productivo que preconiza la Ley de Economía Sostenible del Gobierno tiene en el alga un simbólico ejemplo. Esta verdura del mar, que Japón y otros países asiáticos emplean como alimento desde hace cientos de años, se ha colado en la alimentación y en el mercado españoles. La empresa gallega Algamar es pionera en la comercialización de algas deshidratas. De hecho, es la única empresa que se dedica en exclusiva en España a este minoritario mercado.

“Nos adelantamos a los tiempos que se avecinaban. Hemos llegado a un momento bastante crítico, de escasez y contaminación de recursos”, explica Clemente Fernández, mitad del negocio que dirige desde 1996 con su hermano, Fermín.

Su negocio: secar las variopintas clases de algas que da el mar en Galicia, la zona más rica del sur europeo en esta verdura marina. El secado es, según explica Clemente, un método seguro de consumo y de transporte que las culturas consumidoras de algas emplean desde hace cientos de años. Los hermanos Fernández son conscientes de que este es un mercado minoritario, pero sostenible a largo plazo, aliando ecología y economía. La empresa emplea a 9 personas, a las que se suman otras cuando llega la temporada de recogida. Por ello Algamar se dirige a un consumidor “con un nivel económico medio-alto, con conciencia crítica de la alimentación y que se preocupa por su salud”, explican desde la compañía.

Madrid, Barcelona, el País Vasco y Valencia son los principales focos de consumo, ciudades grandes donde siempre es mayor la oferta de vanguardias. Y esta lo es. El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha premiado a la empresa por ser un proyecto innovador y compatible con el respeto de la biodiversidad, es decir, de las especies marinas. Al coger la planta en su estado de maduración, entre febrero y junio, se asegura su regeneración. “Es como coger cualquier hoja de un árbol cuando ya está caída”, explica Clemente.

El alga no es aún una gran conocida del consumidor medio, aunque presenta muchas propiedades óptimas para la salud, como el yodo, del que el 80% de los europeos es deficitario. Y curiosamente, el yodo es un buen antídoto contra trastornos depresivos. “No lo decimos nosotros, lo avalan las Universidades y centros de investigación con los que trabajamos, como el CSIC”. Este organismo ha abierto recientemente nuevas líneas de investigación sobre las algas.

¿Cómo prepararlas? Casi siempre como acompañamiento, como si se tratara de una zanahoria en un potaje. Se necesita poca cantidad, si se añaden demasiadas algas, el sabor a mar inunda el guiso. Pueden encontrarse en tiendas de dietética y en herbolarios. Un paquete de 100 gramos cuesta entre 4 y 7 euros, siendo su duración muy prolongada. Pasen y prueben.

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