Las cinco claves de por qué Clinton ganó el primer debate demócrata

    • Sanders tuvo un gesto ajeno al odio político al mostrarle su apoyo en la polémica de los correos electrónicos: "Estamos hartos de ellos".
    • El primer debate demócrata se convierte en un cara a cara de Clinton y Sanders en el que el resto de candidatos quedaron a la sombra.
Debate demócrata del martes
Debate demócrata del martes

Clinton parece tener una enorme capacidad para dilapidar sus diferencias en cuanto entra en el cuerpo a cuerpo de una campaña electoral. Eterna favorita a la presidencia, dispone de la experiencia necesaria y de los recursos suficientes para lograrlo. A su lado, nada menos que un presidente de los EEUU con no mala reputación (más de la mitad de los americanos guarda una buena opinión de él).

Qué le ocurre entonces para no llegar a la meta. Con Obama, el carisma de este, la necesidad de aire fresco y el uso de las nuevas tecnologías como forma de hacer política hundieron a Hillary.

Ahora, Sanders ha cogido la bandera de la desigualdad y empieza a comerle terreno de manera sorprendente, aunque Biden en la sombra es más presidenciable. El primer debate demócrata demostró que Hillary está preparada. Pero es su talante y su ansia por ser presidenta desde siempre lo que siguen siendo un lastre. Todo le vale para lograrlo. Estas son las claves de un debate que ganó, pero que no sirvió para que ganara votos.

1. La experiencia de Hillary Clintonquedó patente en todo el debate. Con un largo historial de apariciones en los debates presidenciales, una preparación intensa y gran agilidad en sus respuestas demostró que cuenta con más tables que sus contrincantes.

Clinton aprovechó para ganarse al ciudadano de clase media. Un grupo de votantes que, según han reflejado las encuestas,no confían en ella. "Sí, por supuesto vamos a aumentar el salario mínimo, pero tenemos que hacer mucho más incluyendo la búsqueda de formas para que las empresas compartan ganancias con los trabajadores que son quienes ayudan a conseguirlas".

2. El debate duró dos horas. Se trató de un debate a dos bandos, poco pudieron hacer el resto de los candidatos: el ex gobernador de Maryland, Martín O´Malley, el ex senador Jim Webb de Virginia, y el ex senador de Rhode Island y el gobernador Lincoln Chafee. Los tres candidatos intentaron aprovechar su momento de gloria, pero el centro de atención fue, como era de esperar, para los favoritos a optar a la presidencia de la Casa Blanca. Clinton y Sanders acapararon la mayoría de las preguntas del moderador y la mayoría de los aplausos del público que se concentró en Las Vegas para asistir al primer debate demócrata.

3. El debate sobre el control de armas. Clinton sabía por dónde atacar a su contrincante y lo utilizó en todo momento. En una ocasión Clinton preguntó al senador Sanders sobre su voto a favor de proteger a los fabricantes de armas. Una pregunta que cogió por sorpresa al público, que estalló en aplausos. El senador se excusó diciendo que Hillary hablaba de un proyecto de ley "grande y complicado". "Yo estaba en el Senado, al mismo tiempo y no fue tan complicado para mí. Fue bastante sencillo", respondió Hillary.

La polémica de la posesión de armas en Estados Unidos siempre ha estado a la orden del día, pero todavía más después de los últimos sucesos en las universidades de Oregony Arizona que se cobraban 10 vidas. El propio presidente, Barack Obama afirmaba que su país se había vuelto "insensible a los tiroteos".

4. Salió airosa de lapolémica de sus correos. Fue un punto en el que ambos contrincantes coincidieron e incluso se dieron la mano. El senador mostró su apoyo en el tema a Clinton afirmando que "el pueblo estadounidense está enfermo y cansado de oír hablar de tus malditos correos electrónicos". Clinton agradeció el gesto con un "gracias, Bernie". La candidata se mostró segura de sí misma y presentándose como una mujer de filosofía liberal dispuesta a responder a todo lo que hiciera falta, pero apostando por "hablar de los problemas del pueblo estadounidense".

5. Una Hillary Clintontranquila, pausada, sonriente y segura de sí misma. Eso es lo que transmitió la candidata a la presidencia de los Estados Unidos. Clinton contestaba con total seguridad en sus respuestas, sin alterarse y utilizando la sonrisa tanto irónica en algunos casos como sincera en otros. El humor acompañó a la candidata durante todo el debate, algo que le faltó a sus contrincantes. Poco le afectó estar rodeada de hombres y ser la diana para todos los dardos que el resto de candidatos lanzaban. En ningún momento se mostró sorprendida o sacudida. Clinton demostró por qué sigue siendo la favorita para representar al partido demócrata.

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