Las relaciones entre Irán y EEUU no cambian con una llamada, advierte Teherán

  • La hostiles relaciones que mantienen Irán y EEUU desde hace más de treinta años no cambian con una simple conversación telefónica, advirtió hoy el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyed Abad Araqchi.

Teherán, 29 sep.- La hostiles relaciones que mantienen Irán y EEUU desde hace más de treinta años no cambian con una simple conversación telefónica, advirtió hoy el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyed Abad Araqchi.

En declaraciones difundidas por la agencia local de noticias iraní Fars, Araqchi admitió, no obstante, en que la histórica conversación que mantuvieron el pasado jueves el presidente estadounidense, Barak Obama, y su colega iraní, Hasan Rohaní, es una buena señal.

"Las tensas relaciones entre Irán y Estados Unidos no vuelven a la normalidad con una conversación telefónica, una reunión o negociación y si alguien entiende o espera eso (de un diálogo telefónico) está en error", afirmó.

Para Araqchi, que fue miembro de la delegación iraní que viajó a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, lo que determinaría un cambio en la naturaleza de las relaciones bilaterales sería una variación en "la política práctica y los pasos prácticos que se tomen".

"Si se introducen cambios en las políticas, en los enfoques, en el lenguaje y en la literatura a lo largo de este proceso que está comenzando, habrá confianza (en Irán)", aseguró Araqchi.

"Todavía estamos en el inicio de un largo camino y existe pesimismo. Como dijo el líder supremo, (Alí Jameneí), no hay ningún optimismo aún en estos diálogos", agregó.

Araqchi señaló, no obstante, que Jameneí -cuyo poder en el país en omnímodo- no se opone a esta vía de diálogo abierta con la Casa Blanca.

La histórica conversación en los dos mandatarios ha creado optimismo en Irán pero también malestar en los sectores más intransigentes del régimen, contrarios a cualquier tipo de acercamiento a EEUU

Washington y Teherán rompió sus lazos diplomáticos en 1980 después de que un grupo de estudiantes islámicos asaltara la embajada norteamericana en Teherán.

Los asaltantes, que contaron con el beneplácito del entonces líder supremo iraní y fundador de la República Islámica, Rujolá Jomeini, retuvieron a 52 personas -entre ellas numerosos estadounidenses- durante 444 días.

El sábado, a su llegada a Irán procedente de Nueva York, Rohaní se topó con un grupo gente que le esperaba para criticar su conversación con Obama, pero también con numerosas personas que le felicitaban.

Según medios locales, algunos incluso tiraron un zapato contra el vehículo que llevaba al presidente, e intentaron impedir su avance entre gritos de "muerte a Estados Unidos", incidente que no recogieron los medios oficiales.

De acuerdo con la web parsinews.ir, unos 100 miembros de la milicia radical de Voluntarios Islámicos (Basij) se concentraron en el aeropuerto para protestar contra las políticas adoptadas por Rohaní sobre EEUU.

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