Legionarios españoles forman a más de 550 militares afganos en zona talibán

Angel Apezteguía

Moqur (Afganistán) 1 abr.- Una fortificación del siglo XIX hecha de adobe acoge a los 120 legionarios que integran el puesto de combate (COP) de Moqur, que en breve duplicará sus efectivos para dar seguridad y formar al ejército afgano en una de las zonas más peligrosas de Badghis, provincia bajo responsabilidad española.

Este COP, a unos 26 kilómetros de la base española en Qala e Naw, que tardan en recorrerse unas tres horas, ha abierto sus puertas a los medios de comunicación, entre ellos Efe, por primera vez para dar a conocer sus actividades en Afgnistán, donde España tiene desplegados unos 1.500 soldados.

La formación y asesoramiento del ejército afgano, "monitorización" en la jerga militar, es uno de los objetivos de la ISAF que llevan a cabo los militares españoles para que las instituciones afganas, entre ellas las Fuerzas Armadas, asuman la responsabilidad en materia de seguridad y gobernanza.

"Sin los españoles aún no podemos actuar en solitario", asegura el teniente coronel afgano Abdul Gafhar, que manda el batallón instruido por la Legión.

Este militar, desde su despacho en su cuartel, se muestra agradecido a los legionarios instructores por el cariño y profesionalidad mostrados.

Ha explicado que gracias a sus consejos, desde hoy ya no se pega a los soldados que abandonan el ejercito y se les aplica otro tipo de sanciones.

Destaca de los españoles que son "amigos sinceros" que les ayudan cuando lo necesitan.

Uno de los principales problemas del ejército afgano es el reclutamiento y los abandonos a mitad de la fase de instrucción.

En el COP de Moqur, al mando del comandante Juan Manuel Martel, hay unos 120 legionarios, de los que 50 integran un equipo de adiestradores y enlace, denominado (OMLT) y el resto se dedican a dar seguridad a la zona y en concreto a la construcción de la ruta "Lithium", la principal vía comercial de la provincia.

Los legionarios, pertenecientes a la Brigada de la Legión, con sede en Viator (Almeria), llevan cinco meses instruyendo al Segundo Batallón del Cuerpo de Ejército afgano, que cuenta con unos 550 hombres.

"El analfabetismo es el gran hándicap del ejército afgano, lo que dificulta también su instrucción", confiesa Juan Martel, una cuestión en la que también coincide el teniente coronel afgano.

Los militares españoles llevan trabajando mano a mano con los uniformados afganos, que previamente han recibido un curso de tres meses en Kabul desde septiembre del pasado año .

Los nuevos militares afganos son reclutados y captados en otras zonas del país por motivos de seguridad.

La COP de Moqur, situada en una zona que limita con el valle de Bala Murghab, área de los insurgentes, vive estos días sus obras de ampliación con la incorporación de los materiales y personal del otro puesto de combate español situado en Darra e Bum, que cierra sus puertas.

En estas instalaciones se vive con las medidas de seguridad extremas y las patrullas de control que se hacen conjuntamente con el ejército afgano, con máximas precauciones y la aplicación de los protocolos a rajatabla.

En cada salida, se rastrea anteriormente la ruta por parte de los desactivadores y los convoyes cuentan con apoyo de los aviones de vigilancia no tripulados.

Hoy, los militares españoles han realizado una patrulla a un centro de vigilancia y observación afgano, en pleno valle de la ruta Opal de pastores y ganaderos.

Hasta allí, al mando del teniente Urbano Diéguez, los legionarios españoles enseñan a los militares afganos.

Allí, en medio de la nada, unos soldados afganos vigilan todo el valle atentos a los movimientos de los insurgentes.

Los soldados cuentan en esa colina con armas y morteros para repeler cualquier ataque. Precisamente durante la patrulla, los artificieros han localizado un elemento sospechoso que han hecho explotar de forma controlada.