Líder conservador griego desafía a Tsipras para que acepte propuesta de coalición

En un mitin en la plaza Omonia, en el centro de Atenas, Meimarakis dijo ante miles de simpatizantes que quiere "formar un equipo nacional con todos los que quieran participar".

"Los que no quieran no tendrán más que seguir su propio camino", dijo refiriéndose implícitamente a Tsipras. El ex primer ministro ha dicho en varias ocasiones que se niega a formar una coalición de gobierno con Nueva Democracia, la formación de Meimarakis.

En unas elecciones que se anuncian muy apretadas entre Nueva Democracia y Syriza, sin mayoría absoluta para ninguno, Meimarakis dijo que una victoria de la derecha garantizará "la estabilidad y la seguridad" ante los "experimentos" del gobierno de Syriza, que ha "llevado el país al caos" según él.

Al aceptar un tercer plan de rescate a cambio de más ajustes, Tsipras "ha golpeado a los grupos más vulnerables, privados de su pensión, y de medicamentos", dijo Meimarakis, aunque él también se ha comprometido a aplicar las medidas que van aparejadas al rescate.

El líder conservador endureció también su discurso sobre la cuestión migratoria. "Las plazas de Atenas están abrumadas por el flujo incontrolado de migrantes", porque Syriza "no ha guardado las fronteras", dijo, mencionando también "un aumento de la criminalidad".

No obstante, prometió que si gana y forma gobierno, su equipo se ocupará de los refugiados según su estatus.

Entre la asistencia, los jóvenes brillaban prácticamente por su ausencia, y los pensionistas y simpatizantes de más de 50 años formaban el grueso del público.

"Yo voté a Syriza en enero, pero ahora voy a votar a Nueva Democracia", dice a la AFP Costas, un jubilado que trabajaba en correos.

"Nunca he estado muy comprometido ideológicamente. En cualquier caso, pienso que Nueva Democracia es sinónimo de estabilidad, sobre todo para los pensionistas", añade.

"Yo no quiero una coalición con Syriza, porque hay diferencias ideológicas básicas. Hay que hacer una coalición con partidos proeuropeos", señala Dimitris, un militar retirado, que no se cree mucho la propuesta de Meimarakis de hacer una gran coalición con la izquierda.

"Se oye hablar mucho de esperanza, pero yo no sé si la hay realmente. Aquí hay que tener enchufes para encontrar un trabajo. No hay meritocracia, y no sé si la habrá algún día. En cualquier caso, Nueva Democracia me tranquiliza más que Syriza, y creo que es un mal menor", cuenta Olga, una desempleada de 30 años que fue a la concentración con su madre, pensionista y viuda.

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