Los "camisas rojas" ignoran la amenaza de desalojo del Gobierno tailandés

  • Bangkok.- Los manifestantes conocidos como los "camisas rojas" continúan hoy ocupando el centro comercial de la capital de Tailandia, a pesar de la advertencia del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, de que serían desalojados por las fuerzas de seguridad.

El primer ministro tailandés propone a los "camisas rojas" elecciones el 14 de noviembre
El primer ministro tailandés propone a los "camisas rojas" elecciones el 14 de noviembre

Bangkok.- Los manifestantes conocidos como los "camisas rojas" continúan hoy ocupando el centro comercial de la capital de Tailandia, a pesar de la advertencia del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, de que serían desalojados por las fuerzas de seguridad.

A primeras horas de la mañana, varios miles de activistas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura proseguían en el interior de su campamento fortificado, aunque cobijados bajo toldos para protegerse de la intensa lluvia.

Casi al mismo tiempo, el jefe del Ejecutivo comparecía ante el Senado para explicar en sesión plenaria los planes del Gobierno para poner fin a la ocupación de la zona, que ya dura un mes, y solucionar la profunda crisis política en la que Tailandia está inmersa.

En su intervención, Vejjajiva confirmó que su Gobierno elabora una "hoja de ruta" cuyo objetivo es alcanzar la reconciliación y poner fin a la confrontación con el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura de los "camisas rojas".

"Voy a presentar una solución política u hoja de ruta", dijo el primer ministro y líder del Partido Demócrata, principal formación de la coalición de Gobierno.

El gobernante añadió que "para salir de actual situación hay que escuchar (a todos), no sólo al Gobierno sino también a los políticos, manifestantes y al grupo contrario".

Los "camisas rojas", que consideran a Vejjajiva un títere de las élites, exigen desde mediados de marzo la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas.

Vejjajiva admitió este domingo que entre la población de Bangkok aumentaba el descontento motivado por la falta de acción de su Gobierno, que precisó, había descartado declarar la ley marcial por tratarse de un "instrumento innecesario".

Mientras que una parte de la sociedad tailandesa aboga en favor de una salida negociada a la crisis, otra, y entre ésta la formación conservadora de los llamados "camisas amarillas", quiere que el Gobierno declare la ley marcial y ordene al Ejército aplastar la protesta de sus rivales, los "camisas rojas".

El primer ministro también negó la existencia de fisuras en el seno de las Fuerzas Armadas y aseguró que están unidas para hacer frente a la crisis política.

Los "camisas rojas" provienen en su mayoría de las zonas rurales del norte y noroeste del país, las de mayor densidad demográfica y feudos de los testaferros del ex mandatario Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 y declarado en rebeldía a dos años de prisión por corrupción.

Exiliado y prófugo de la justicia tailandesa, el multimillonario Shinawatra, guía y financia las protestas de los "camisas rojas" desde un país de conveniencia.

Las protestas, explosiones de granadas y otros artefactos, unidas a los esporádicos enfrentamientos librados en las calles entre las fuerzas de seguridad y los "camisas rojas", han sumido a Tailandia en una de las más profundas crisis políticas de las últimas cuatro décadas.

Desde el inicio de las protestas, 27 personas han muerto y casi mil han resultado heridas en los brotes de violencia.

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