Los comisarios jóvenes y con idiomas piden la vez

    • El Ministerio del Interior se esfuerza en formar a mandos en el manejo de otras lenguas para evitar tener que contratar a traductores en las operaciones realizadas en el extranjero
    • La medida, en la práctica, favorece a los más policías jóvenes y aparta a los más experimentados, que no ven con el mismo interés esa inversión en formación
Roberto R. Ballesteros / Seguridad y Tribunales

La falta de recursos y la previsión de que la crisis no remonte a medio plazo (al menos no de golpe) ha provocado que en la Dirección General de la Policía tengan que tomar medidas y recortar allí donde sea preciso. Ocurrió en el departamento de escoltas, muchos de los cuales dejaron de proteger a amenzados por ETA para dedicarse a otras tareas. Ese es el espíritu también de la reforma de la ley de seguridad privada, que concede competencias a los vigilantes en apoyo de policías y guardias civiles.[Te interesa leer: La Audiencia Nacional investiga si hay demasiados jefes nombrados a dedo en la Guardia Civil]En la misma línea, la Dirección General quiere ahorrarse el gasto en traductores que conllevan las operaciones conjuntas con otros países que llevan a cabo las unidades centrales de la Policía, que casi siempre van aparejadas de numerosos viajes al extranjero. De ahí que haya incluido el aprendizaje de idiomas dentro de la formación que reciben los funcionarios de la escala ejecutiva y superior destinada a que estos consigan un grado universitario.[Te interesa leer: Interior permite a los antidisturbios taparse el rostro siempre que lleven el número identificativo a la vista]La Universidad Rey Juan Carlos, una de las que tienen convenio con el Ministerio del Interior, forma en estos momentos a 110 comisarios e inspectores jefes, a los que convalida 180 créditos de las materias que estos funcionarios han cursado ya en su desarrollo profesional dentro del cuerpo. Esta universidad les imparte distintas materias, entre las que destacan los idiomas, que suman 60 créditos y que completan el grado en criminología.El conocimiento de inglés, por ejemplo, será clave a la hora de elegir a qué comisario o comisario principal se le asignan determinados puestos de responsabilidad de las citadas unidades centrales, explica un miembro de la corporación. Este nuevo criterio, aseguran otras fuentes policiales consultadas, puede llevar a que sean los funcionarios más jóvenes los que terminen ocupando esos cargos, ya que muchos de los que llevan más años no están dispuestos a invertir más en formación dada la corta carrera que les queda en activo.Las mismas fuentes entienden que esta inversión, que debe desembolsar cada empleado público de su propio bolsillo, además de lograr un ahorro en traductores, tendrá repercusión a nivel profesional, ya que servirá para que los equipos españoles puedan entenderse mejor con los extranjeros e intercambiar más información, sobre todo a nivel personal.[Te interesa leer: La Justicia avala, por ahora, los nombramientos a dedo en la Policía]Actualmente, explica un jefe de Policía que ha viajado varias veces este año a países de la Unión Europea, el idioma siempre es una barrera, aunque tengas un traductor. La comunicación personal, añade, facilita mucho las cosas. Un comisario que sepa expresarse en inglés, por ejemplo, tendrá más facilidad para tratar con mandos de cuerpos extranjeros y desenvolverse en otros contextos, lo que repercutirá positivamente en el desarrollo de muchas investigaciones, subrayan las fuentes consultadas.

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