Redacción Internacional, 12 nov.- Los electores de Guinea Ecuatorial acudirán mañana a las urnas para votar, en un referéndum, una reforma de la Constitución que otorga mayores poderes a la jefatura del Estado y limita el mandato presidencial a un máximo de dos periodos 7 años.
Según el presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang, promotor de la iniciativa, se trata de una reforma "revolucionaria", mientras que para sus detractores favorecerá un "sistema presidencialista puro" y establecerá una "sucesión hereditaria" al frente del Estado.
El Gobierno decretó ayer el cierre, durante 72 horas, de los bares y la prohibición de consumir alcohol, así como la de la circulación de vehículos, aunque a falta de dos días para la votación no se había desvelado el número de electores ni el de las mesas electorales.
Obiang, en el poder desde agosto de 1979, tras el golpe de Estado contra Francisco Macías Nguema (1968-1979), asegura que el objetivo es "consolidar el estado de derecho, la buena gobernabilidad y el amplio respeto de los derechos humanos para permitir la integración de Guinea Ecuatorial en club de los países desarrollados".
Según Obiang, "no sólo garantiza el equilibrio político de la nación, sino que, además, impone la rigidez y los controles necesarios en el funcionamiento de los órganos del Estado, sus autoridades y los operadores económicos".
La reforma cuenta con el apoyo de Unión Democrática Social (UDS), Acción Popular (AP), Alianza Democrática Progresista (ADP) y una facción de la formación opositora Unión Popular (UP).
También están a favor del "sí" los representantes del Partido Socialista de Guinea Ecuatorial (PSGE), Partido Social Demócrata (PSD), Convergencia Social Democrática y Popular (CSDP), Unión Democrática Nacional (UDENA), Partido de la Coalición Social Demócrata (PCSD), Convención Liberal Democrática (CLD) y Partido Liberal (PL).
La UP, de Daniel Darío Martínez Ayacaba, ha pedido en un comunicado que los electores "no acudan a las urnas el 13 de noviembre hasta que el régimen adopte una actitud de respeto a sus conciudadanos".
Al acusar al presidente de la JEN de "usurpar" las siglas de UP, la formación asegura que la "Unión Popular no está participando en el proceso de las reforma emprendido por el régimen desde el simulacro de la elaboración de su texto hasta esta última fase de la votación, por constatar una clara y nula voluntad del régimen para conducir al país hacia la democracia".
Por su parte, Convergencia para la Democracia Social (CPDS), de Plácido Micó, que ha realizado una campaña a favor del "no", acusa a Obiang de tratar de "imponer al pueblo de Guinea Ecuatorial una sucesión hereditaria en la Jefatura del Estado, con la promesa de regalar a los colaboradores de hoy, y a los que se añadan mañana, nuevos cargos y puestos".
El Partido socialdemócrata de Micó dice que la instauración un "presidencialismo puro" neutraliza la figura del primer ministro, creando la de vicepresidente que dependerá constitucionalmente del presidente y ya no del Parlamento como ocurre ahora.
La CPDS teme que si se aprueba la reforma, el jefe de Estado ecuatoguineano podría designar vicepresidente "a una persona de su propia elección, verosímilmente su hijo" y "retirarse de la presidencia de la república, cuando le parezca oportuno, porque le reprochan que ya lleva mucho tiempo en el poder, según él mismo".
"Su vicepresidente accederá automáticamente a la presidencia de la república estando él mismo en vida", añade.
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