Bruselas.- Los empresarios europeos pidieron hoy a los líderes de la UE que aceleren las reformas económicas destinadas a incrementar la competitividad del continente y propusieron una agenda para los próximos cuatro años, frente a la estrategia que prepara Bruselas para la próxima década, la llamada "UE 2020".
"Teniendo en cuenta que estamos en medio de una crisis profunda, sería bueno que nos concentremos en temas esenciales y también que nos concentremos en el tiempo", explicó el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, en Bruselas.
El directivo español se alineó así con lo apuntado horas antes por el director general de la patronal europea BusinessEurope, Philippe de Buck, que dijo que fijar el horizonte en 2020 es "demasiado tarde".
Lacasa formó parte del grupo de representantes empresariales europeos que se reunieron hoy con el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso; el presidente del Consejo, Herman van Rompuy; y el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, para trasladarles sus propuestas para los próximos cuatro años.
Los representantes patronales les entregaron un documento titulado "Go for growth" ("Vamos a por el crecimiento", en inglés), en el que se resume su propuesta de reformas hasta el año 2014, con el objetivo de doblar el potencial de crecimiento de la Unión Europea ya durante 2010 desde el 1% hasta el 2% del PIB.
Este esfuerzo serviría, según las estimaciones adelantadas al presidente del Gobierno español durante la reunión que mantuvo con Businesseurope el martes pasado, para "crear 6,5 millones de trabajos adicionales y un esfuerzo de consolidación de la deuda pública de 450.000 millones de euros, equivalentes al 7% del PIB en 2014".
Para lograr esta meta, BusinessEurope aboga por "llevar a cabo reformas sólidas" del mercado de trabajo, fomentar las relaciones entre el mundo del conocimiento y la empresa mediante la inversión en innovación, y revitalizar el mercado interior promoviendo la completa aplicación de la directiva que liberaliza los servicios.
Los empresarios también mencionaron "el retorno a las finanzas públicas saneadas" que tanto preocupa a los mercados debido a casos como el griego, donde el déficit público estimado para 2009 se sitúa cercano al 13%; y "el retorno a los valores fundamentales de una economía de mercado", entre otras medidas.
"Para nosotros, es fundamental que la agenda 2020 funcione mejor que la de Lisboa (su predecesora); que seamos capaces de fijar unas prioridades claras, no muchas, que sean medibles y que, desde las instituciones europeas se pueda controlar, estimular a los países para que cumplan los compromisos que asumamos", opinó Lacasa.
Sin embargo, los representantes del empresariado europeo descartaron la adopción de sanciones para los países que incumplan los compromisos que se marquen en la agenda y consideraron que existe un amplio abanico de opciones entre la voluntariedad de los objetivos y la aplicación de castigos a los incumplidores.
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