El jefe de Mossos en Barcelona asume que autorizó usar la fuerza en plaza Catalunya

El comisario jefe de la Región Metropolitana de Barcelona de los Mossos d'Esquadra, Joan Carles Molinero, ha declarado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona que era el jefe del dispositivo policial en plaza Catalunya el 27 de mayo y que autorizó "un uso proporcional de la fuerza mínima imprescindible"contra los 'indignados'.

Según han explicado fuentes de la Consejería de Interior, Molinero, que ha declarado este viernes como imputado tras la admisión de una querella presentada por una cincuentena de 'indignados', asume que autorizó el uso de la fuerza para poder iniciar la limpieza de la plaza Catalunya de objetos peligrosos de cara a una posible celebración de la victoria azulgrana al día siguiente, lo que se festeja en los aledaños y suele acabar en disturbios.

El abogado de los querellantes, Jaume Asens, ha explicado que esta declaración les permite confirmar quién dio la orden de usar la fuerza, aunque ha puntualizado que Molinero no se ha responsabilizado de cómo los operativos aplicaron la orden, además de que el letrado ha hecho hincapié en que el comisario ha declarado que en ningún momento previeron avisar del operativo a la ciudadanía.

Según Asens, Molinero ha explicado que la situación aconsejaba que se usara la fuerza y que por eso lo ordenó, aunque las decisiones concretas de cargar las tomó cada grupo sobre el terreno en función del momento, y el uso de las escopetas de bala de goma lo autorizó el director general de la policía catalana, Manel Prat.

Durante el interrogatorio, que ha durado unas dos horas, se han visionado imágenes de las cargas que ocurrieron ese día y se ha preguntado a Molinero por qué se permitió usar las porras contra manifestantes en actitud pacífica y sentados, cuando normalmente se usa la técnica de 'arrancar cebollas', aunque según Asens, Molinero ha puntualizado que esta decisión no la tomó él.

Según la abogada Laia Serra, estas imágenes son "muy reveladoras" de lo que ocurrió, aunque en todo momento el comisario ha reiterado que se hizo un uso de la fuerza adecuado.Acaban las declaraciones de los imputados

Para Jaume Asens, las declaraciones de los imputados por este caso -que se concluyen con la de este viernes de Molinero- demuestran que"una supuesta operación de limpieza acabó como un problema de orden público y todo hubiera ido de otra forma con un poco de sentido común y más prudencia".

"A nadie le cabe en la cabeza que la gente acampada precisamente por su carácter pacífico y dialogante, se negara a sacar objetos que podrían ser peligrosos" y afectar a su concentración, ha valorado el abogado, que cree que debería haberse recurrido al diálogo para resolver un conflicto que podría haberse evitado y que consiguió justamente lo contrario a lo que supuestamente pretendía: evitar heridos.

Además, ha hecho hincapié en que si nadie informó a los manifestantes del motivo de la actuación policial, que según Interior era solo de limpieza, es lógico que ellos pensaran que les querían desalojar, sobre todo después de unas declaraciones días antes del consejero Felip Puig reclamándoles que abandonaran la plaza ante posibilidad de incidentes en la celebración azulgrana.

"El contexto que crearon hacía previsible que se produjeran los incidentes que se produjeron", porque la desinformación favoreció que aumentara la tensión, por ello Asens cree que hay una responsabilidad penal y política, porque el operativo estuvo mal planificado y la prueba a su entender es el elevado número de heridos.

Ahora los abogados de los querellantes esperan que se analicen todas las comunicaciones que se realizaron durante el dispositivo para descubrir las conversaciones reales, y también han pedido alguna prueba para identificar a agentes concretos que estaban en la plaza.

Asens ha explicado que el juez ha acordado que las grabaciones se escucharán solo con la presencia de la secretaria judicial y la Fiscalía, "vetando a las partes de la posibilidad de escuchar estas seis horas de información", porque el magistrado entiende que puede haber conversaciones privadas, algo que ahora estudian recurrir.

Molinero ha llegado pasadas las 9.30 horas a la Ciudad de la Justicia para declarar, arropado por el comisario jefe de los Mossos, Josep Milán, y los comisarios Ferran López y David Piqué, además de otros mandos del cuerpo.

En la puerta de la Ciudad de la Justicia se han concentrado una decena de representantes del colectivo de querellantes, que han anunciado que lanzarán una campaña para recoger fondos que les permitan seguir adelante con el caso.