Mogadiscio.- Líderes del Gobierno Federal de Transición de Somalia y de varias regiones semiautónomas comenzaron hoy una reunión de tres días en Mogadiscio, auspiciada por la ONU, para intentar acordar un plan de futuro político para el país.
La llamada "Reunión Consultiva sobre el Final de la Transición", primer encuentro de alto nivel que se celebra en la capital en cuatro años, pretende consensuar una "hoja de ruta" sobre los principales objetivos que deben lograr el Ejecutivo y las autoridades regionales durante los próximos doce meses.
En la primera jornada de la conferencia estuvieron presentes el presidente del Gobierno Federal de Transición, Sharif Sheikh Ahmed; su primer ministro, Abdiweli Mohamed Ali; el representante especial de la ONU para Somalia, Augustine Mahiga; y líderes de regiones como Puntlandia y Galmudug, entre otras personalidades.
"La reunión es nuestro futuro. Necesitamos trazar una hoja de ruta que acabe con el periodo de transición y dé pie a un Gobierno constitucional para Somalia", dijo el primer ministro en la inauguración del evento.
Ese plan debe contener el borrador final de una Constitución que tendría que acordarse en los próximos doce meses, a fin de concretar el futuro sistema político, la celebración de elecciones para elegir al presidente del país y la garantía de unos derechos humanos básicos, según la Oficina Política de la ONU para Somalia (UNPOS).
"Necesitamos expandir nuestra Administración a todas las regiones de Somalia, de manera que el Gobierno pueda servir a todo el pueblo", subrayó Ahmed.
Este intento de forjar una hoja de ruta ocurre tras los Acuerdos de Kampala, firmados el pasado 9 de junio por las autoridades somalís de transición (creadas en 2004), que precisan que las elecciones deberían celebrarse antes del 20 de agosto de 2012.
La conferencia, que dura hasta el próximo martes, también debería consensuar un plan nacional de seguridad y estabilización, y una normativa contra la piratería.
El Presidente somalí puntualizó que los congregados analizarán asuntos como "la mejora de la seguridad, la lucha contra el terrorismo, la buena gobernanza y la reconciliación".
Por su parte, Mahiga señaló que el hecho de que pueda celebrarse la reunión es un "testimonio" de una mayor seguridad en Mogadiscio, después de que el pasado mes el grupo radical islámico Al Shabab, vinculado a la red Al Qaeda, abandonara sus posiciones en la ciudad, si bien todavía quedan algunos focos de resistencia.
"La retirada de Al Shabab de Mogadiscio crea nuevas oportunidades, pero también genera nuevos desafíos. Y el Gobierno debe afrontar esos desafíos de manera adecuada", agregó el representante especial de la ONU para Somalia.
Además, la reunión abordará la hambruna que azota a cinco regiones de ese país del Cuerno de África, región en la que más de trece millones de personas -según la ONU- están en una situación crítica por la hambre y la peor sequía en la zona en 60 años.
El actual Gobierno Federal de Transición del presidente Sharif Sheikh Ahmed es uno de los muchos intentos que ha hecho Somalia para crear una autoridad central durante los últimos veinte años, en los que el conflicto ha marcado la realidad del país.
Actualmente, la Misión de la Unión Africana para Somalia (AMISOM) tiene desplegados en el país 9.000 soldados que, junto a las tropas del Gobierno de Transición, luchan contra Al Shabab, grupo que combate para imponer un Estado islámico.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia sufre una permanente guerra civil y carece de un Gobierno efectivo, al estar en manos de señores de la guerra tribales, milicias islámicas y bandas de delincuentes armados.
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