Los moldavos votan una reforma constitucional crucial para la estabilidad y el futuro

  • Moscú.- Casi tres millones de moldavos están convocados a las urnas hoy para un referéndum constitucional llamado a poner fin a una larga crisis institucional motivada por la incapacidad del Parlamento de elegir al presidente del país.

La baja participación deja en entredicho la validez del referéndum constitucional en Moldavia
La baja participación deja en entredicho la validez del referéndum constitucional en Moldavia

Moscú.- Casi tres millones de moldavos están convocados a las urnas hoy para un referéndum constitucional llamado a poner fin a una larga crisis institucional motivada por la incapacidad del Parlamento de elegir al presidente del país.

En la consulta se propone modificar el artículo 78 de la Carta Magna que estipula la elección del jefe de Estado por el Parlamento, para volver a hacerlo por sufragio directo, como hizo el país desde su independencia en 1991 y hasta que la Constitución fue enmendada en 2000.

El plebiscito es crucial para la estabilidad interna y el futuro geopolítico de Moldavia, pequeño y pobre país de Europa enclavado entre Ucrania y Rumanía: para unos en el "patio trasero" de Rusia y para otros en la frontera oriental de la Unión Europea y la OTAN.

Esto explica el interés que tiene esa consulta y el destino de Moldavia -gobernada entre 2001 y 2009 por los comunistas- para la Unión Europea y EE.UU., por un lado, y para Rusia y la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), por el otro.

La gobernante Alianza para la Integración Europea (AIE), que arrebató el poder a los comunistas en los comicios legislativos de julio de 2009, ha convocado el referéndum para sacar el país de la actual crisis institucional.

El jefe del Parlamento moldavo, Mihai Ghimpu, tuvo que asumir el pasado año el cargo de presidente de manera interina, después de que la cámara fuera incapaz de elegir en dos votaciones en 2009 al nuevo mandatario del país debido al boicot de los comunistas.

La AIE no pudo lograr la designación de su candidato a la presidencia, Marian Lupu, al contar sólo con 53 escaños, ocho menos de los necesarios para lograr una mayoría cualificada de tres quintos del total de 101 diputados.

Los líderes de los cuatro antiguos partidos opositores unidos en la AIE instaron a los moldavos a respaldar el cambio de la Ley Fundamental en aras de la democracia y el futuro del país.

"Quedan contadas horas, y nuestros ciudadanos podrán beneficiarse de la democracia, el poder del pueblo. Instamos a todos los moldavos a participar en la consulta y votar el 'sí' para que podamos crear eficaces instituciones estatales y abrir ante Moldavia el camino hacia Europa", declaró Ghimpu esta semana, según la agencia IPN.

Por su parte, Vladímir Vorónin, ex presidente y líder comunista moldavo, instó a boicotear el referéndum y denunció que la AIE se dispone a falsificar sus resultados para perpetuarse en el poder y unir el país a Rumanía, con la que Moldavia comparte historia e idioma.

"Después convocarán un segundo plebiscito sobre la salida de Moldavia de la CEI y otro tercero sobre la unión con Rumanía. Luego habrá otro más para entrar en la OTAN y ya no quedará nada del país", afirmó Vorónin, según la agencia Unimedia.

Según un reciente sondeo de la empresa IMAS-INC, más del 90 por ciento de los moldavos prefiere elegir al presidente por sufragio directo, y el 73 por ciento se propone participar en el referéndum, al que solo se opone un tres por ciento de los encuestados.

Si se aprueba la reforma, será anulada la norma que obliga a disolver el Legislativo que haya sido incapaz de elegir dos veces el mismo año al nuevo presidente del país, aunque es posible que la AIE, animada por el respaldo popular, convoque comicios para ampliar su control de la Cámara y demostrar su compromiso con la democracia.

La Comisión Electoral Central ha dado el visto bueno a la AIE para abrir 78 centros de votación en varios países europeos, como Rumanía, Italia, España, Francia y Portugal, donde residen cientos de miles de emigrantes moldavos, a lo que se oponían los comunistas.

Según analistas, la participación de los emigrantes moldavos garantiza la victoria de la reforma constitucional en el referéndum.

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