Bruselas, 25 sep.- Los partidos belgas retomarán mañana las negociaciones sobre la transferencia de competencias a las regiones, con vistas a despejar el camino para lograr un acuerdo de Gobierno el día 11 de octubre, después de que ayer se cerrara un pacto decisivo para revisar la ley de financiación regional.
La transferencia de competencias a las regiones es, junto al presupuesto de 2012, el último obstáculo para el acuerdo entre los principales partidos del país, que ahora vislumbran el final del túnel después de un año y tres meses de arduas negociaciones.
Aunque ya se han superado dos de los escollos más controvertidos -el pacto sobre el distrito electoral y judicial de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV) y la ley de financiación regional-, el camino restante no será fácil, según señalan hoy los medios belgas.
El escenario más optimista sería conformar un Gobierno para la vuelta a la actividad del Parlamento belga el próximo 11 de octubre, un objetivo que ya se han puesto los responsables de algunos partidos, aunque otros consideran que fijarse una fecha supone una presión que podría ser contraproducente.
Los ocho partidos belgas retomarán mañana las discusiones sobre la transferencia de competencias a las regiones, que detallará cómo podrán administrar las autoridades regionales de Flandes, Valonia y Bruselas-Capital la mayor autonomía fiscal obtenida con el pacto de ayer.
Este debate incluye temas delicados como la distribución de las prestaciones de desempleo (dada la desigual tasa de paro entre las regiones del país), la gestión de los servicios sanitarios o la reforma de las pensiones, puntos que además afectan a la elaboración del presupuesto para 2012.
En este sentido, el ministro-presidente flamenco, Kris Peeters (del partido democristiano CD&V), ha calificado hoy de "prematuras" las duras críticas del partido independentista flamenco N-VA sobre el acuerdo de financiación regional, que consideró que éste era insuficiente.
En declaraciones a la cadena flamenca VRT, Peeters ha afirmado que hubiera preferido un acuerdo "que fuera más lejos", aunque ha señalado que antes de evaluar cómo afectará a la autonomía política y fiscal de Flandes, "hay que esperar a lo que se decida sobre transferencia de competencias y prestaciones sociales".
El último paso para sacar a Bélgica de su larga crisis política es que los partidos conformen una coalición de Gobierno, cuyos componentes ya están definidos con la única duda de la participación de los partidos verdes flamenco (Groen) y francófono (Écolo).
La seis partidos fijos en la "coalición multicolor" serían, del lado flamenco, el CD&V, el socialista SP.A y el liberal Open VLD; y del francófono, el partido socialista (PS), los democristianos CDH y los liberales MR.
Con o sin los verdes, esta coalición lograría una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, relegando a la oposición al partido separatista flamenco N-VA, el más votado en Flandes en las últimas elecciones.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios