Los policías de Bahía se entregan pero mantienen huelga y los de Río amenazan

  • La huelga policial que desde hace diez días tiene en jaque la seguridad del estado brasileño de Bahía (noreste) sigue sin solución pese a que los líderes de la protesta se entregaron hoy al Ejército, mientras en Río de Janeiro los uniformados amenazan con paralizar las labores antes del carnaval.

Brasilia, 9 feb.- La huelga policial que desde hace diez días tiene en jaque la seguridad del estado brasileño de Bahía (noreste) sigue sin solución pese a que los líderes de la protesta se entregaron hoy al Ejército, mientras en Río de Janeiro los uniformados amenazan con paralizar las labores antes del carnaval.

Unos 245 policías, entre ellos los jefes de la huelga, que estaban encerrados desde la semana pasada en la Asamblea Legislativa de Bahía, en Salvador, la capital regional, se rindieron al amanecer de hoy a cerca de 1.000 hombres del Ejército que sitiaban el edificio, y entrada la noche el grueso de los uniformados decidió en una asamblea mantener la paralización.

Entre los que se entregaron están Marco Prisco, líder de la paralización, y otro cabecilla llamado Antonio Paulo Angeline, según el jefe de Comunicación del Ejército, teniente coronel Marcio Cunha.

Los huelguistas atrincherados se entregaron después de que un tribunal rechazara un recurso de hábeas corpus en el que solicitaban la libertad para los doce líderes del motín contra los que se dictaron órdenes de detención.

También pesó en su decisión la divulgación, la noche del miércoles en el canal de televisión Globo, de conversaciones telefónicas grabadas legalmente por otros cuerpos policiales en las que Prisco coordina la quema de vehículos con otro policía para atemorizar a la población durante la huelga.

Esos métodos fueron condenados hoy por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien dijo que "no se puede admitir" ese tipo de comportamiento.

Desde que comenzó la huelga, el pasado 31 de enero, Salvador, ciudad de 2,9 millones de habitantes, ha registrado 146 homicidios, más del doble que en los diez días anteriores.

"Quedé aterrada cuando vi esas grabaciones en la televisión porque muestran que hay otros intereses", aseguró la mandataria al censurar la actitud vandálica de los jefes de la huelga, puesta en evidencia en las grabaciones.

En los primeros días de la paralización la delincuencia también saqueó comercios y sembró el pánico en Salvador, hasta que unos 4.000 hombres del Ejército y de la Fuerza Nacional de Seguridad fueron enviados como refuerzo a la ciudad para imponer el orden en las calles.

"Considero legítimas las reivindicaciones en una democracia, pero hay formas correctas de reivindicar. No podemos admitir que se propague el pánico y el miedo, y que se creen situaciones no compatibles con la democracia", afirmó Rousseff.

La presidenta fue enfática al afirmar que "no se pueden amnistiar actos ilícitos ni crímenes contra personas, contra el patrimonio o contra el orden público", en referencia a la amnistía pedida por los huelguistas, incluso para los implicados en actos de sabotaje.

Pese a la rendición de los jefes, la huelga seguirá por decisión de los participantes en la asamblea, que sin embargo han expresado su intención de negociar con el gobierno regional.

Sin embargo, la Gobernación de Bahía anticipó que no mejorará la oferta a los policías porque no tiene presupuesto para darles más que el 6,5 por ciento de aumento salarial propuesto inicialmente.

Con la situación de Bahía en suspenso, la atención se centra en Río de Janeiro, cuyos policías amenazan con hacer también una huelga en vísperas del carnaval.

Centenares de policías y bomberos estaban reunidos esta noche en una asamblea en la plaza Cinelandia, en el centro de Río, para discutir si suspenden sus actividades, pese a que el legislativo regional aprobó hoy el anticipo de un reajuste salarial del 39 por ciento que estaba previsto para octubre de 2013 y que hará escalonado entre este mes y febrero del año próximo.

El secretario de Seguridad Pública de Río, José Mariano Beltrame, afirmó hoy que "está garantizada la seguridad del carnaval" carioca que comenzará dentro de una semana y que atrae a decenas de miles de turistas de todo el mundo.

"Nuestro foco es el interés público y el mantenimiento de la paz en el estado do Río de Janeiro", dijo Beltrame, quien dijo confiar en que el "buen sentido" de los policías no les permitirá incurrir en actos de vandalismo como los registrados en Bahía.

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